domingo, 16 de enero de 2022

Contar aves en navidad para fomentar su conservación en RD

Por Pedro Taveras y María Paulino

Foto pedro taveras

El Grupo Acción Ecológica (GAE), con el apoyo del Servicio Forestal de Estados Unidos y Birds Caribbean, llevó a cabo el conteo navideño de aves, conocido por su nombre en inglés de “Christmas Bird Count”,  durante el cual  se observaron 2,288 aves de  especies residentes, migratorias, introducidas y endémicas de República Dominicana, en los parques nacionales Humedales del Ozama  y El Morro de Montecristi.

En los conteos navideños, realizados los días 18 y 21 de diciembre 2021, participaron 34 voluntarios, entre los que se encontraban las instituciones ambientalistas Agrofrontera, Soraya tours y Grupo Ecológico de Montecristi; y los fotógrafos de la naturaleza Juan Guzmán y Fritz Pichardo.

Los participantes siguieron la metodología establecida por la Sociedad Audubon, fundada por el ornitólogo  Frank Chapman luego de  iniciar el conteo de aves hace 121 años; consiste en establecer circuitos de 15 millas aproximadas, en los que los voluntarios cuentan las aves conducidos por personas con  instrucción y conocimientos sobre las mismas, sin importar el zona donde estén, siempre que sea dentro del circuito o lugar establecido y en horas determinadas  por el equipo técnico responsable.

Inicio del conteo en la playa Juan Bolaños, Montecristi. Foto pedro taveras
Con la idea contar en vez de matar Chapman motivó a un grupo de personas  que salían a cazar aves todos los diciembre a contarlas en vez de dispararles, de ahí nace la tradición del conteo navideño de aves que se realiza en casi todos los países de América del 14 de diciembre hasta el 5 de enero, fecha que escogieron  porque eran los días que se cazaban  más aves.

Aunque el Grupo Acción Ecológica (GAE) había participado en otros conteos navideños, según María Paulino, líder del grupo, quien manifestó en el recibimiento a los participantes que, como agrupación, era la primera vez que participa con sus propios circuitos en los Parques Nacionales Humedales del Ozama, en las provincias Monte Plata y Santo Domingo; y en El Morro de Montecristi. 

El grupo   motivó al conteo de aves  a personas de todas las edades, siguiendo la metodología de conteo trazada por la Sociedad Audobun, con la particularidad que los participantes   contaron durante  alrededor de 6 horas y no 24, como generalmente se realizan  los monitoreos ornitológicos. 

 Resultados Conteo de aves en Humedales del Ozama

 En el Parque Nacional Humedales del Ozama participaron unas 19 personas   desde las 10:00 am hasta la 1:00 pm, en la zona Laguna Manatí, uno de los cuerpos de agua más impresionante del área protegida por su isla. Este parque se encuentra entre las provincias Santo Domingo y Monte Plata, ocupando un área aproximada de 47.42 kilómetros cuadrados; con unos 1,406 milímetros de lluvia promedio anual, es una zona de vida de bosque húmedo Subtropical (bh-S);  predominan diferentes especies de gramíneas, arbustos y bosque de galería o ribereño y un rico ecosistema lagunar. El área constituye un maravilloso centro para el turismo ornitológico, ya que se pueden avistar avecitas que para visitarnos tuvieron que volar 3,000 kilómetros.

Durante la actividad en Humedales del Ozama, se observaron  52 especies y 368 individuos en total; de los cuales  fueron  4 endémicas y 64 individuos: 35  ciguas palmeras (Dulus dominicus) y 20 carpinteros (Melanerpes striatus);   68 individuos de 12 migratorias,  de los más comunes fueron: Cigüita Parula (Setophaga americana) con 13 y 12 Cigüita tigrina (Setophaga tigrina);     195 individuos de 31 residentes, entre las más abundantes estuvieron: la Gallareta Pico Rojo (Gallinula galeata) con 30 individuos  y la Garza ganadera (Bubulcus ibis) con 20; y, por último, entre las especies introducidas se contaron unos 40 individuos, de los cuales los más abundantes fueron la Paloma Común (Columba livia) con 20 y la Cigüita pechijabao (Lonchura punctulata) 10 individuos.




Resultados Conteo de aves en Montecristi

En el Parque Nacional El Morro de Montecristi, localizado en el municipio de San Fernando de Montecristi, participaron 15 personas y el proceso inició desde  las 7:00 de la mañana hasta la 12:00 del mediodía, se partió  de la playa Juan Bolaños (zona de amortiguamiento) hacia las salineras y luego se recorrió la zona núcleo del parque. 

Este parque posee la montaña de El Morro con 239 metros sobre el nivel del mar, conocido también como el  “Monte de Cristo” como lo bautizó el almirante Cristóbal Colón en su primer viaje cuando pasó frente a él un 4 de enero de 1493 y,  al ver aquella impresionante montaña, recordó el monte donde fue crucificado Jesús, el nazareno; tiene unos 19.3 kilómetro cuadrados, con temperatura sobre los 26 grados Celsius promedio.

Foto Martín pescador (Megaceryle alcyon) en Humedales del Ozama, cortesía de Juan Guzmán
Es una zona de vida de Bosque Seco subtropical (bs-S), de vegetación arbustiva y gramíneas propias de dicha zona de vida, así como numerosos ecosistemas costeros marinos de manglares, caños, y charchas salineras en su zona de amortiguamiento, las cuales reciben especies  migratorias que llegan a la isla La Hispaniola, también propicia para el turismo ornitológico, porque ¿quién no se sorprendería cuando te señalen algunos playeritos y te digan que vinieron de Canadá o Alaska?.

Las especies observadas, en el Parque Nacional El Morro, fueron 72 y 1,924 individuos en total, de las cuales 5 tienen el estatus de  endémicas, con 195 Individuos: 179 individuos de cigua palmeras (Dulus dominicus) y 7 carpinteros (Melanerpes striatus); de las 22 migratorias se observaron 411 aves: 176 fueron Playerito menudo (Calidris minutilla)   y 66 Pata amarilla menor (Tringa melanoleuca); de las  41 residentes se observaron 1,195 individuos, de los cuales los más abundantes fueron de la Golondrina de cueva (Petrochelidon fulva) con 600 y 170 Viudas (Himantopus mexicanus); y por último, las 4 especies introducidas, de las que se contaron unos 123 individuos, de los cuales los más abundantes fueron el Madan saga (Ploceus cucullatus) con 46 individuos y la Paloma Común (Columba livia) con 44 individuos..



Para el GAE la especie que más llamó la atención en este conteo fue el Pato turco (Aythya affinis) que en inglés se conoce con el nombre (Lesser Scaup), avistado por primera vez en Humedales del Ozama por parte del GAE.

Se observaron la Golondrina de cueva (Petrochelidon fulva), la cigua palmera (Dulus dominicus) y los playeritoss, siendo estos últimos de los más abundantes con relación a otras especies; especialmente llamó la atención los playeritos “Virapiedras” (Arenaria interpre) una especie que había declinado su población”, según los reportes del GAE.

Se  destacó  la presencia de tres Caracoleros (Haematopus palliatus) en Montecristi, una especie emblemática restringida a pocas zonas y Montecristi es una de ellas, además de las provincias Samaná y Azua, donde el GAE ha avistado uno  o dos individuos.

Las cucharetas (Platalea ajaja) y los pollos del manglar (Rallus crepitans) también fueron especies emblemáticas, con numerosos individuos observados, según consta en los reportes de los voluntarios en el primer conteo de aves navideñas realizado por el GAE en los circuitos antes señalados.

El Grupo de Acción Ecológica (GAE), está evaluando otros sitios para someterlos a la consideración de Sociedad Audobun, que es la institución que dirige todo este proceso a nivel internacional, en el cual participan decenas de miles de voluntarios quienes reportan millones de individuos de aves de diversas especies cada año.

El GAE considera esta actividad de gran utilidad para los científicos reunidos en la National Audubon Society y en Audubon Christmas Bird Count, para conocer más sobre las estructuras y las poblaciones de aves a nivel de los circuitos y tomar las decisiones pertinentes para su conservación de manera global.

Ver también en: https://acento.com.do/opinion/destacan-resultados-conteo-de-aves-en-rd-9022426.html


sábado, 6 de febrero de 2021

Francisco Alberto ¡Caramba!

Por Pedro Taveras (pjtaveras@hotamail.com)
Desde que tenía 11 años escuchaba a mi padre leer en voz alta a “Los Parias” de José María Vargas Vila, era uno de sus libros preferidos. Después me tocó leerlo varias veces, y me marcó a tal extremo que no olvido muchos de sus párrafos aprendidos textualmente de memoria.
Cuando vino el Coronel de Abril yo tenía 14 años. El país vivía una noche oscura, miles eran los muertos de los últimos años, gente desaparecida, las cárceles llenas de presos.
Mi niñez me hacía ver las cosas por el ojo de la cerradura: visitaba La Victoria donde tenia dos familiares presos: uno era un hermano acusado de “terrorismo, asociación de malhechores y práctica ilegal del comunismo” (sic!) el otro era un cuñado que nunca conocí porque “desapareció” en la misma mazmorra La Victoria. “Se fugó y cruzó hacia Haití”, dijo el jefe de la policía de aquel entonces.
Eran los 12 años de Balaguer: un infierno de terror político en el Caribe. Leyendo “Los Parias” conocí a don Nepomuceno Vidal, el viejo fauno; el status quo de una Colombia rural desgarrada por bandos guerrilleros; la lucha entre liberales y conservadores de nunca acabar, me refiero a más de cien años atrás. Recuerdo a Tránsito, la muchacha campesina que debió casarse con su primo, de juventud inocente; sus padres los desheredados de la fortuna; y a Claudio Franco, el miembro de una familia campesina que pudo ir a una universidad, quien con un grupo de jóvenes reflexionaba sobre los procesos sociales, el orden injusto, optando por la soledad como encuentro prematuro con la muerte… El joven guerrillero revolucionario de las América de todos los tiempos. A decir de muchos, él era el mismo autor del libro que se involucraba, porque ya en los años de juventud quedó simbólicamente degollado en las luchas estériles (1884-85) por cambios estructurales proclamados por los liberales de todas las latitudes de América.
Tan lejos en distancia y más de treinta y siete años después de haber leído Los Parias sentí el grito de la soledad como infinito. En lo alto, en el frío, el viento golpea las piedras y los pocos árboles que sobreviven al fuego silban a la tumba de un guerrillero: Francisco Alberto ¡caramba!
Por unos cuantos segundos por mi mente pasaron múltiples imágenes “Los pinos macilentos mecen espectrales sus cabelleras sepulcrales tocadas por el ala de los vientos. Un grito en el infinito semejaba el bramido de los pájaros heridos por las brumas de los mares…”.
En el corazón de Valle Nuevo enterraron al guerrillero !Ahí no más!, en la carretera turística Constanza-Ocoa está un letrero pequeño (como la grandeza cabe en un grano de maíz) indicando dónde estuvo la tumba del Héroe de Playa Caracoles, otro calvario en el trópico.
Me pregunté si era justo que la grandeza del Coronel de Abril de nuestra guerra patria estuviere marcada por una diminuta cruz de metal. No más podía ser… Un comité de amigos de Cuba de San José de Ocoa hacía la obra para indicarnos dónde estuvo enterrado el símbolo de la resistencia de los dominicanos contra el invasor de 1965.
Nada debe hacerse que transgrediera la solemnidad de un parque nacional…fue fauna y flora. Resistente como una inmensa roca. Una montaña fue Francisco Alberto Caamaño.
La ausencia y el olvido se cuajan, el sol de la tarde, el frío de un jueves Santo, a más de dos mil metros sobre el nivel del mar, dan la coloración que marca los miles de años de un ambiente que parece morir.
Cuando estábamos frente al calvario aparecieron dos caos guardianes de la solemnidad de aquellos pinares, saltando, nerviosos, con gritos desesperantes como queriendo decirnos algo: buscaban las virutas de pan que las mujeres había dejado en el suelo. Otros se acercaron a nosotros con una confianza extrema, mientras los dos primeros posaban en la rama de un pino cercano a la cruz.
El acto me estremeció porque creí ver a los cuervos devorar los destrozos de Claudio Franco, torturado y asesinado por bandas de mercenarios al servicio de latifundistas y oligarcas del bando conservador que se proclamaban defensores de lo establecido, luchadores contra “ ese núcleo de almas inquietas, de intelectuales extraviados en plena barbarie, de espíritu sutiles y delicados, alzándose en ese desamparo moral … su dolorosa condición de vencidos, en el triunfal imperio de la mediocridad, vencedera…” A esos el escritor colombiano llamó: los parias.
Ver a los dos caos llegar, negros, sempiternos, a la tumba del guerrillero en Valle Nuevo, me recordó la muerte de un paria.
¿Por qué tantas semejanzas? ¡Salvo la distancia y el tiempo¡
Valle Nuevo reserva natural, nido de agua, glaciaciones, animales, juegos e ideas para un norte humano donde parece que los insulsos no pueden vivir.
Ahí sacamos momentos para pensar en no más tierras agrestes, un país en desbandada, un coronel entre las ilusiones y un Valle Nuevo calcinado por la desgracia, misterios e incógnitas de una revolución sin andamios, sin ganas de andar…donde la discordia nos había derrotado a todos.
¡Francisco Alberto, Caramba!
Hubo un momento que no escuché a los pájaros cantar a esa soledad. Todos se habían ido con el coronel: el árbol, el ave y las aguas… Todos van a los ríos Al Medio, Ocoa, Nizao y Las Cuevas…. Con las aguas se va la tierra también y con ésta la vida…
Reescritura 2008

jueves, 31 de diciembre de 2020

Del “Figureo” a la Etnofotografía en Reforestación

Por Pedro Taveras


Con el paso de los años, todo ha ido cambiando y con ellos el ser humano.  Cambios que se aceleraron en los últimos siglos en una parte de la humanidad, irrumpiendo la ciencia con los conocimientos y las reflexiones en torno al medio que les rodea.

Todo lo que el ser humano ha hecho, lo que le rodeó y lo que interpretó de la vida, está representado en los objetos que ha dejado y el arte rupestre, ese lenguaje o facultad de comunicar con dibujos, grabados y pinturas su medio ambiente. ¿Cuántas cosas nos pueden decir los rupestrólogos de las culturas pasadas sobre la siembra y la fauna? La respuesta es larga, pero no es el momento para tratar el asunto.

 Un lector del   artículo La Reforestación, ¿Solo un Mes?, publicado en este periódico, en el que señalamos que las fotos del “figureo” son parte de la reforestación, nos dijo que estábamos justificando esas cosas que él consideraba “mal”, y nos cuestiona: ¿Entonces hacer una “pantalla” de que están reforestando está bien? 

Es importante subrayar esta pregunta, porque la respuesta es de carácter antropológico (simbólico), no estadística de la campaña de reforestación, y un poco compleja si articulamos en esta lo estético también.

La pregunta es más importante de lo que pensamos, porque se trata de la imagen y  el ser humano, en el fondo, es parte de ella. La Imagen, es lo que siempre hemos querido comunicar, desde el arte de las cavernas hasta las fotografías  en tiempo real que se producen en el universo. Y cuando se trata de comunicar de manera efectiva, una foto, como momento único, vale por mil palabras.


Y en el caso que citamos tratamos sobre las fotos que la gente se hace durante las jornadas de reforestación, en las que en ocasiones una o más personas se hacen las fotos como si hubieran reforestado, aunque tal vez hayan plantado un arbolito o no; lo cual está bien, porque la foto comunica la acción, la foto habla y transmite un mensaje a los receptores, aunque no como resultado, ni como estadística; y eso es importante, aunque muchos no estén de acuerdo.

Desde los inicios de la humanidad el ser humano vivió en sus diferentes estadios evolutivos con la curiosidad de sembrar y plantar árboles y tubérculos (raíces) que pudieran dar frutos, los cuales escaseaban en los espacios de la recolección y excavación, labor acreditada a mujeres, según la antropóloga norteamericana Evelin Reed, en su libro sobre clases sociales y sexos.

En el mundo de la reforestación se ha dicho poco sobre la etnofotografía, se ha comunicado poco, aunque tenemos miles de años reforestando (como especie humana); y, de manera formal, cientos de años como estado, reino o gobernaciones, incluyendo a República Dominicana, como se observa en las estadísticas de lo que era antes la Secretaría de Agricultura y/ o en las publicaciones de la Secretaría de Educación y sus actos en honor al árbol en las escuelas en décadas atrás.

En lo más profundo del ser, la necesidad de la imagen propia, y la asociación con lo otro, con el medio ambiente, es lo que muchas veces nos motiva cuando nos introducimos en la fotografía.

La foto del “figureo”, en el momento que sea, es un acto legítimo del ciudadano para representar y reflejar lo que es o hace en ese momento, lo cual pone de manifiesto una faceta de su identidad; es un objeto de la realidad, sea esta la propia o la de otra persona; una foto con un  automóvil, una casa, un acto violento o altruista, podemos verlo como una fotografía que nos introduce a un contexto o a una realidad subcultural.

  ¨…cada imagen tiene historias de quienes se retratan (la persona desea que vean que él reforesta), de quienes toman la foto (atrapar la acción de reforestar) y del modo como esta se produce”, escriben los fotógrafos bolivianos Camilo Kunstek, L. y Monje García, E., tomando la idea del etnofotógrafo y maestro Diego Echevers.  Salvando las diferencias de los autores del artículo sobre la diversidad cultural, asumo la cita e interpreto la reforestación como acontecimiento, como viaje a lo rural o turismo de naturaleza.

En muchos casos de las fotos del voluntario de la reforestación, que no reforesta sino que solo sale en la imagen, iconográficamente ya ha hecho la reforestación, y es útil cuando se comunica: es el objeto mismo y al mismo tiempo se convierte en tres sujetos: Yo fotógrafo, Yo Imagen y Yo pongo mi técnica como selfi.  Para concluir y siguiendo al maestro boliviano, indican: “…Así la propuesta estética se convierte en un encuentro, en un diálogo, un testimonio de vida”. (Camilo Kunstek, L. y Monje García, E. (2020) La Fotografía como Testimonio de la Diversidad Cultural. Novamérica Fotografía. No.168 pag.17. Los paréntesis son míos, PT).


La fotografía como generadora de registro visual, escribe el maestro dominicano Juan Guzmán, es, al mismo tiempo de testimonio reconocido como parte esencial de nuestro acervo cultural, un activador de la conciencia de la identidad y de nuestra memoria, sin la que sería imposible reconocer aquello que nos define” (Guzmán, J. (2020) Fotografía e Identidad…Novamérica Fotografía. pág. 62)

Hacerse una foto, verla y hacer que otro la vea (en periódicos, redes o mostrarla de manera personal) es una realización del sujeto, la manera mágica de reproducir la realidad y de producirla en el otro.

La gente va al campo a reforestar y lo primero que quieren es la foto, muchos se hacen la foto y ya terminaron de reforestar, ya se sienten realizados cuando ven la imagen en el momento. Y continúen o no en el trabajo, la imagen es el acto mismo y es la realidad para todos los que la ven con un móvil, una publicación o frente a su ordenador en el momento y lugar donde se encuentren; el receptor entiende que se reforestó, el mensaje llegó, sea que éste se encuentre en la cercanía, en una calle de Asunción (Paraguay) o un parque urbano de Dalian en China.

Más allá del figureo, que es obvio y no se puede negar, la imagen de una persona reforestando es la realidad misma de quien toma la foto y del fotografiado; igual pasa en la falsedad de una publicidad, en muchos casos, pero eso es tema de otra discusión.

Terminamos con las palabras de otro maestro de la fotografía, el Brasileiro Érico Hiller, citado en el editorial de la revista Novamerica: “…insisto en la fotografía. Es en las pequeñas cosas que encontramos caminos fértiles para la verdadera transformación”. 

La Reforestación ¿Sólo un mes?

Por Pedro Taveras

Foto Pedro Taveras

La reforestación es un proceso largo, ya que  tarda años  ver surgir un bosque.   Inicia con la recolección de semillas que se producen en árboles  plantados o elegidos en el monte para esos fines; luego, dichas semillas, se llevan a un centro de producción (vivero), muchas veces previo a un tratamiento (Banco de Semillas), y cuando se producen las plántulas o arbolitos se trasladan al campo para ser plantados por las brigadas de reforestación, por personas individuales a quienes se les donan plantas, o por grupos de voluntarios que de manera masiva participan en Octubre en las actividades del Mes de la Reforestación, coordinados por al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Nos referimos a este proceso debido  a que es común escuchar las críticas al programa de reforestación que se viene realizando en República Dominicana, ya que muchas personas piensan  que las jornadas que se realizan en Octubre u otras que puedan darse durante  el año, que es lo que definen muchos como reforestación: “son pantallas, que  se realizan para posar en fotografías”, “son  grupos que  van al figureo” y otras aseveraciones que  nos motivan a  explicar el proceso, sin negar que algunas personas e instituciones acudan a las jornadas para obtener cobertura de la prensa y redes sociales; pero la mayoría participan de dichas jornadas porque sienten  compromiso con  la sostenibilidad de los recursos naturales y la preservación del medioambiente.

Cabe subrayar que el “figureo” es parte importante del Mes de la Reforestación porque expresa lo lúdico de un día  de esos voluntarios junto a los recursos naturales, quienes regresan a sus casas cansados y sudados (salud), con la experiencia de haber plantado arbolitos o haber visto a sus compañeros o compañeras cómo lo plantan (conocimiento y productividad), los cuales al crecer darán servicios ambientales vitales. En general, en las jornadas de reforestación hechas con voluntarios son plantados cientos de miles de arbolitos en las cuencas altas de los principales ríos.  

En el octubre, Mes de la Reforestación, días antes de iniciar las jornadas, las brigadas preparan los terrenos para plantar los arbolitos por parte de un voluntariado de diversas instituciones que van al campo aprovechando las lluvias y humedad de esta época. 

Foto Pedro Taveras
Los miembros de las brigadas son los héroes anónimos que están detrás de esos cientos de miles de arbolitos que se plantan durante el Mes de la Reforestación cada año, sumados a millones que se plantan a lo largo del año y  este 2020 no ha sido la excepción; pese a la pandemia el Presidente de la República encabezó el inicio de las jornadas de Octubre y el propio  Ministro de Medio Ambiente se mantuvo participando en varias de las tantas jornadas realizadas en todo el país, al igual que otras personalidades públicas.

Hay que reconocer que días antes de cada jornada la brigada compuesta por hombres y mujeres, encabezada por un técnico, prepara el sitio donde se va a realizar la misma, haciendo chapeo en franjas, como se observa en la foto, y en estas se hacen  los desyerbos circulares (coronas) de unos 50 centímetros aproximados de diámetros, entre 2.5 a 3 metros de distancia uno del otro, donde se hacen hoyos para introducir los arbolitos y dejarlos plantados por los voluntarios o por las propias brigadas que reforestan durante el año y que ayudan ese día.

El mismo día o al siguiente  de  la jornada la realizada la actividad la brigada de la zona de la zona se dedica a reparar los errores que cometen  los voluntarios, como son hoyos vacíos, enderezar  arbolitos mientras se aprieta el suelo y en muchas ocasiones, cuando hay sequía y se dispone de agua cercana, mojarlos. A esto se le agrega el mantenimiento y la protección permanente contra animales e incendios.

Esa manera de hacer la reforestación, con bajas y altas, es la que ha dejado evidencia de que vale la pena llevarla a cabo y que el país no debe bajar la guardia en esa lucha por mantener la cobertura boscosa aceptable y no caer en la situación de deforestación que vive el vecino país de Haití.

martes, 20 de octubre de 2020

Los árboles y las aves en el Mes de la Reforestación

 Por Pedro Taveras

El Grupo Acción Ecológica (GAE)  plantó cientos de  árboles y avistó decenas de  especies de aves en la Cuenca Alta del río Haina en los Arroyones de Villa Altagracia, durante una jornada realizada el sábado 17 con motivo del Mes de la Reforestación y del Gran Día de las Aves, que se celebran en octubre de cada año.

La actividad fue presidida por Danilo Antonio Mejía y María Paulino presidente y fundadora del GAE y coordinada por los técnicos Inaury, Cristian Plasencia, Pedro Taveras del Misterio de Medio Ambiente y Benedicto Faña  del proyecto REDD+ invitado a la actividad.

En la jornada de reforestación participaron 25 miembros del Grupo Acción Ecológica y amigos de la institución, quienes sembraron  600 arbolitos de  Pino Caribea.

Terminada la jornada de reforestación se llevó a cabo una observación de aves en la Reserva Forestal Loma Novillero, donde se pudieron avistar y escuchar unas 35 especies en una hora de observación.

Los  árboles

Con esta actividad, el Grupo de Acción Ecológica se integra a las actividades de reforestación que realizan instituciones públicas y privadas, y grupos de la sociedad que  en todo el país, bajo la coordinación del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales que celebra en octubre  el Mes de la Reforestación que busca aumentar la cobertura boscosa del país y fortalecer los servicios ambientales que ofrecen los árboles.

El dasónomo Benedito Faña habló de los servicios ambientales de los árboles y los beneficios para la salud y la vida en general que se obtienen de ellos. "El árbol plantado sirve para la captación de carbono mientras esté creciendo y desarrollándose produciendo aire más puro para bien de la respiración”.

El especialista en el manejo de los árboles explicó en campo cómo se manifiesta la captura del carbono, mostrando el arbolito de 25 centímetros plantado que va creciendo consumiendo el dióxido de carbono, fijándolo en el suelo y tomando un pedazo de madero dijo que la mitad del volumen de éste era carbono acumulado, explicando cómo vuelve a la naturaleza y a la sociedad, mediante su descomposición y los bienes de servicios que nos da.  

Así tendremos estos arbolitos dentro de 15 años: como la Loma Novillero, señaló  el técnico Plasencia, encargado de Educación en el Departamento de Medio Ambiente del municipio de Villa Altagracia, al referirse a la loma contigua al lugar de la reforestación. Además respondió preguntas de los participantes en la jornada.

Las Aves

Tumba Rocío (Ammodramus savannarum). Foto Luis Paulino
La jornada de reforestación del GAE, grupo que recibe el apoyo de instituciones prestigiosas en materia de conservación de aves como USFS, IITF y BirdsCaribbean,  coincidió con la celebración del Gran Día de las Aves, que se celebra en la mayoría de los países del mundo en  octubre, por lo que procedieron a monitorear las aves que se encuentran dentro y en el entorno de los lugares de reforestación, realizando un recorrido por  el borde del bosque,  observando  como los árboles  sirven de casa, de alimento y descanso para las aves.

Entre las especies observadas se encuentran Pecho Jabao, la Cigüita Común, Juana Maruca, Cigüita de Hierba, Cigüita Azul Garganta Negra, entre otras.

Lo más importante fue encontrar el Tumba Rocío (Ammodramus savannarum), en terreno contiguo plantado de coco. "Es una especie de ave residente reproductora, que es poco común encontrarla en las observaciones que realiza el grupo", según informó la ornitóloga María Paulino.

domingo, 26 de julio de 2020

Festival de Aves Endémicas del Caribe



Por Pedro Taveras, María Paulino y Benedito Faña 

I.                  INTRODUCCIÓN

El Festival de Aves Endémicas del Caribe es una actividad de BirdsCaribbean que se realiza desde el 2007, en fecha del 22 de abril al 22 de mayo de cada año e involucra a las naciones caribeñas, con el propósito de fomentar el conocimiento de la avifauna endémica de la región.
El Grupo de Acción Ecológica (GAE), una institución dominicana dedicada a la conservación de las aves y su medio ambiente, participó en este Festival con un equipo  de 19 personas en 9 provincias y el Distrito Nacional. Como la gente estuvo en cuarentena, el GAE siguió el mandato de las autoridades de Salud Pública de quedarse en casa y elaboró un protocolo simple para que los colaboradores pudieran hacer las “observaciones” desde sus viviendas y lugares de su entorno; dejando, por primera vez, las tradicionales actividades grupales.
Los resultados de las “observaciones” fueron el avistamiento de 70 especies, de las cuales 19 fueron endémicas para un 27%; además que el Festival generó un amplio anecdotario familiar y fotografías sobre aves, cuyo valor testimonial sobrepasa la calidad de las mismas.

I.1. El Grupo de Acción Ecológica (GAE)

Es una institución sin fines de lucro que se dedica al estudio y la conservación de las aves y su medio ambiente. Comenzó a operar en el año 2005, después de que varios de sus miembros adquirieron experiencia del trabajo realizado con diversas organizaciones relacionadas con el tema y decidieron formar la nueva agrupación;  que obtuvo personería jurídica el 29 de Agosto del 2009.

I.2. Su Trabajo

El trabajo que ejecuta tiene un alcance nacional e internacional ya que se han hecho  actividades de monitoreo en diferentes naciones. Importante ha sido el Estudio de las Aves Urbanas de Santo Domingo que lleva a cabo con el apoyo del Servicio Forestal de los Estados Unidos (USFS) y el International Institute of Tropical Forestry (IITF).

 I.3. Metodología General

El Grupo Acción Ecológica (GAE) como parte de su metodología utiliza  la estrategia de formar redes de colaboradores a nivel nacional que protejan las aves y su medioambiente; además realiza monitoreo de aves tomando en cuentas las técnicas  pertinentes para cada  especie, así como los  trabajos de la extensión ornitológica  que efectúa con centros educativos privados, ONG e instituciones públicas, mediantes charlas, talleres y visitas de campo con personas  motivadas por el GAE, especialmente a niños y jóvenes.

II.        EL FESTIVAL DE AVES ENDÉMICAS DEL CARIBE

Es una actividad de BirdsCaribbean, que se viene realizando desde el 2007, en fecha del 22 de abril al 22 de mayo de cada año, involucrando a las naciones caribeñas y zona circuncaribe continental, en donde se busca fomentar el conocimiento de la avifauna endémica de la región del Caribe y crear conciencia en la población sobre su conservación e importancia para la biodiversidad de la región. El GAE participa en el Festival desde el 2009 con diferentes propuestas, que se pueden consultar en la página de la red BirdsCaribbean.

II.1.  Metodología del GAE para el Festival 2020

El Festival de Aves Endémicas del Caribe, realizado en fecha del 22 de abril al 22 de mayo 2020, involucró a las organizaciones e individuos que tuvieran interés por las aves silvestres en todo el Caribe. El GAE, en particular, llamó  a sus miembros y relacionados mediante convocatorias utilizando los medios electrónicos para que personas interesadas se involucraran, sin importar edades.
Como el país, y el mundo, puso a la gente  en cuarentena desde su casa, lo lógico era que el GAE siguiera el mandato de las autoridades de Salud Pública de quedarse en casa, por lo que  elaboró un protocolo simple para que, la gente pudiera hacer sus “observaciones” desde sus hogares y lugares de su entorno; dejando, por primera vez, las tradicionales actividades grupales.
Dicho protocolo consistió en observar a las aves desde su hogar, ya fuera desde el patio, frente, balcón, ventana o techo hasta donde la vista le alcanzara o en paseo cercano de vivienda, que no excediera los 200 metros.

Los “observadores voluntarios" de aves utilizaron binoculares, teléfonos móviles para hacer fotos y escribir sus anotaciones sobre: nombre común, hora aproximada de avistamiento; qué hacen: nidos, comer, aparearse, pleitos y cualquier otras cosas que vieran en el comportamiento de las mismas.  Como el personal voluntario, en su mayoría, participaba por primera vez como “observador” individual, se dieron varias situaciones en las cuales el protocolo no fue llevado al pie de la letra, solo teniendo todos en habitual: nombre común y qué hacían las aves en su entorno hogareño, sólo algunos tomaron en cuenta el horario, fecha y cantidad, siendo esta una limitante para que los datos puedan ser sometidos a una rigurosa discusión que permita establecer la abundancia y otras variables de cada especie.  También se realizó una actividad en Instagram, en la que se colocaba un afiche de una de las aves endémicas del país cada 2 días y se solicitaba una breve descripción de ellas.

El alcance que el GAE le dio al Festival fue nacional, ya que se desarrollaron actividades con decenas de personas “observadoras”, haciendo esfuerzo ocasional, en diferentes partes del país, tales como: San Francisco de Macorís (1), Sánchez (1), Montecristi (1), Sendero Rabo de Gato, Duvergé (1); San Cristóbal (1), Restauración (1, 3 día), La Vega (1), Moca (2),Punta Cana (1), Monte Plata (1) y el Gran Santo Domingo 9.
En el Gran Santo Domingo: Gazcue, Villa Juana, Invivienda, Villa Mella, Km 25 de Yamasá, Evaristo Morales, Manoguayabo, El Café, Las Caobas y José Contreras.


III.       RESULTADOS

 Para el Grupo Acción Ecológica (GAE) la celebración del Festival de las Aves Endémicas este año ha sido uno de los más importantes, debido al número de involucrados que por primera vez identifican las aves, y con la ayuda del GAE, reportan especies  e incidencias de las mismas en los entornos de las casas.

III.1 Datos

Durante esta actividad, se pudieron observar 70 especies entre residentes, endémicas, migratorias y visitantes reproductoras, 19  son aves endémicas. (Ver lista anexa).
Las especies residentes son aquellas que se reproducen y permanecen en la isla Hispaniola todo el año. Las endémicas son las especies que sólo se encuentran en la isla y no existe en otra parte del mundo en estado natural. Las migratorias son aquellas que visitan por un período de tiempo determinado y no se reproducen y las visitantes reproductoras, aquellas que vienen a reproducirse en un periodo  determinado.


                           a.      Cantidad y Porcentaje de Especies. Según Estatus                                                                                                           b.    Porcentajes de Especies Observadas, Según el Estatus                                                          


ESTATUS
CANTIDAD 
PORCENTAJE
Residentes
44
63
Endémicas
19
27
Migratorias
5
7
Visitantes Reproductoras
2
3
4 ESTATUS
70 ESPECIES
100%


                                 




III.2 Anécdotas e incidencias del mes

      a)     Las Aves endémicas sirvieron de inspiración para que una estudiante de 5to curso realizara una Revista “Volando con las Aves”, como su trabajo final de ciencias naturales.
     b)     Unos observadores (Neftali y Layna) cuentan de  que un   Ruiseñor (Mimus polyglotus), construyó un nido en  un poste del tendido eléctrico; lo observaron desde su inicio, cada día llamaban a la jefa del grupo para decirle qué hacían las aves: se posaron con ramitas, ambos buscaban material, uno estaba en el nido y otro cerca, eran guapos cuando alguien se acercaba al nido, entre otros. Un día llamaron triste porque alguien subió a arreglar la luz, y los Ruiseñores estaban como locos.  Al día siguiente, las aves ya no volvieron y ellos podían observar desde su balcón que tenía 2 huevos. Fue triste para ellos pero se les explicó que estas aves volverían a construir otro nido. Luego de dos (2) semanas vieron los Ruiseñores en la zona.
     c)      Otro observador (Víctor) envió un video de una Rolita (Columbina passerina) en donde el ave aparece encima del nido moviéndose constantemente, él preguntó por qué lo hacía, y se le aclaró que lo más probable es que estaba removiendo los huevos; le pareció muy interesante  todo.
      d)     Anais, una niña de 6 años que acompañaba a su padre a observar aves en su residencial en La Vega le dice: Mira papi, una, el ave nacional y él sorprendido, porque no la había señalado la especie, le pregunta: ¿y cómo tú sabes eso? Y ella le responde: ¿no te acuerdas que me diste la foto para la tarea de la escuela?
   e)     El niño Diego, por Punta Cana, pide a su abuela que lo lleve al balcón de su apartamento o salir a ver los pajaritos.
    f)      Itan es un niño de 1.8 años y balbucea cada vez que ve una avecita acercarse al patio de su casa; y les pide a su madre y a su abuela que quiere ver las garzas en el firmamento, cuando retornan a su dormitorio en el atardecer.
    g)     Los observadores hicieron fotos bien claras con móviles, otras que quedaron borrosas, pero el equipo del GAE pudo identificar a las especies, muchas de ellas de gran valor para nuestra biodiversidad, como se ve en este informe.

    
IV.   OPINIONES DEL GRUPO DE ACCIÓN ECOLÓGICA (GAE) SOBRE EL FESTIVAL DE AVES ENDÉMICAS DEL CARIBE

El Festival de Aves Endémicas del Caribe 2020 tuvo  para el grupo una importancia muy significativa, aunque no se realizaron  las actividades  tradicionales  alegóricas a las aves endémicas, pero se agrupó a un equipo de personas que cada día hacía algún tipo de observación de aves desde su casa. El Grupo Acción Ecológica (GAE) contó con un número de “observadores” con mucho entusiasmo y repartido en toda la geografía nacional, desde Restauración, Dajabón hasta Punta Cana; de San Francisco de Macorís (Duarte) a Duvergé (Independencia), quienes, en la mayoría de los casos no sabían nada de ornitología, ni habían hecho observación de aves, pero con el día a día y pregunta tras pregunta, terminaron expresando cosas que permite afirmar que en un mes se han formado y fortalecido en sus conocimientos amantes de las aves que van desde un niño de 1.8 años, quien no deja pasar una avecillas en casa sin gritar para que su madre deje de hacer cosas para que vea el ave que él señala u otro que no deja a su abuela tranquila, porque lo que quiere es estar en la ventana del apartamento donde viven o salir a caminar para ver las aves. También tenemos personas sobre los 70 años quienes han hecho grandes aportes diciéndonos que vieron tales aves, y en la mayoría de los casos enviando fotos tomadas con su móvil.
No quisimos dejar estos datos remitidos al apartado que se ha hecho para esto, para hacerlo como algo que nos permita decir que el festival para GAE fue un éxito, más allá de las cantidades de aves reportadas en sus diferentes estatus, sino por el aspecto cognoscitivo de la misma en una población que se mantuvo atenta a la avifauna que le rodea en su hogar.
GAE reconoce a los colaboradores voluntarios por tan importante aporte de datos de los cuales hará uso para elaborar los informes pertinentes, para compartir la información con las demás agrupaciones y con lectores interesados.

1.      AVES OBSERVADAS EN EL FESTIVAL AVES ENDÉMICAS DEL CARIBE  GRUPO ACCIÓN ECOLÓGICA (GAE)

ESPECIES EN INGLES
CIENTÍFICO
EN ESPANOL
ESTATUS
West Indian Whistling-Duck
Dendrocygna arbórea
Yaguaza
Residente
Least Grebe
Tachybaptus dominicus
Tígua
Residente
Pied-billed Grebe
Podilymbus podiceps
 Zaramagullón
Residente
Brown Pelican
Pelecanus occidentalis
Pelicano
Residente
Magnificent Frigatebird
Fregata magnificens
Tijereta
Residente
Snowy Egret
Egretta thula
Garza de Rizos
Residente
Little Blue Heron
Egretta caerulea
Garza Azul
Residente
Great Egret
Ardea alba
Garza Real
Residente
Cattle Egret
Bubulcus ibis
Garza Ganadera
Residente
White Ibis
Eudocimus albus
Coco Blanco
Residente
Glossy Ibis
Plegadis falcinellus
Coco Prieto
Residente
Green Heron
Butorides virescens
Crá-Crá
Residente
Turkey Vulture
Cathartes aura
Aura Tiñosa
Residente
American Kestrel
Falco sparverius
Cuyaya
Residente
Merlin
Falco columbarius
Merlin
Migratoria
Common Moorhen
Gallinula chloropus
Gallareta Pico Rojo
Residente
Limpkin
Aramus guarauna
Carrao
Residente
Double-striped Thick-knee
Burhinus bistriatus
Búcaro
Residente
Killdeer
Charadrius vociferus
Tiíto
Residente
Rock Pigeon 
Columba livia
Paloma Doméstica
Residente
Eurasian Collared-Dove
Streptopelia decaocto
Collarina
Residente
White-winged Dove
Zenaida asiática
Tórtola Aliblanca
Residente
 Mourning Dove
Zenaida macroura
Rabiche
Residente
Ruddy Quail-Dove
Geotrygon montana
Perdíz Roja
Residente
White-fronted Quail-Dove
Geotrygon leucometopia
Perdíz Coquito Blanco
Endémica
Key West Quail-Dove
Geotrygon chrysia
Perdíz Grande
Residente
Common Ground-Dove
Columbina passerina
Rolita
Residente
Hispaniolan Parakeet 
Psittacara chloropterus
Perico
Endémica
Olive-throated Parakeet
Eupsittula nana
Perico Amargo
Residente
Hispaniolan Parrot
Amazona ventralis
Cotorra
Endémica
Mangrove Cuckoo 
Coccyzus minor
Pájaro Bobo Pico Menor
Residente
Bay-breasted Cuckoo
Coccyzus rufigularis
Cua
Endémica
Hispaniolan Lizard-Cuckoo
Coccyzus longirostris
Pájaro Bobo
Endémica
Smooth-billed Ani 
Crotophaga ani
Judío
Residente
Ashy-faced Owl
Tyto glaucops
Lechuza Cara Ceniza
Endémica
Antillean Nighthawk
Chordeiles gundlachii
Querebebe
Visitante Reproductor
Black Swift
Cypseloides niger
Vencejo Negro
Residente
Antillean Palm-Swift
Tachornis phoenicobia
Vencejito Palmar
Residente
Antillean Mango
Anthracothorax dominicus
Zumbador Grande
Residente
Hispaniolan Emerald
Chlorostilbon swainsonii
Zumbador Esmeralda
Endémica
Vervain Hummingbird
Mellisuga minima
Zumbadorcito
Residente
Narrow-billed Tody
Todus angustirostris
Chi-cuí
Endémica
Broad-billed Tody
Todus subulatus
Barrancolí
Endémica
Antillean Piculet
Nesoctites micromegas
Carpinterito Bolo
Endémica
Hispaniolan Woodpecker 
Melanerpes striatus
Carpintero
Endémica
Stolid Flycatcher
Myiarchus stolidus
Manuelito
Residente
Hispaniolan Pewee
Contopus hispaniolensis
Maroita
Endémica
Gray Kingbird
Tyrannus dominicensis
Petigre
Residente
Flat-billed Vireo
Vireo nanus
Cigüita Juliana
Endémica
Black-whiskered Vireo
Vireo altiloquus
Julián Chiví
Residente
White-necked Crow
Corvus leucognaphalus
Cuervo
Endémica
Caribbean Martin
Progne dominicensis
Golondrina Grande
Visitante Reproductor
Barn Swallow
Hirundo rustica
Golondrina Cola de Tijera
Migratoria
Hispaniolan Oriole
Icterus dominicensis
Cigua Canaria
Endémica
Red-legged Thrush
Turdus plumbeus
Chua-chuá
Residente
Northern Mockingbird
Mimus polyglottos
Ruiseñor
Residente
Palmchat 
Dulus dominicus
Cigua Palmera
Endémica
Cape May Warbler 
Setophaga tigrina
Cigüita Tigrina
Migratoria
American Redstart
Setophaga ruticilla
Candelita
Migratoria
Common Yellowthroat 
Geothlypis trichas
Cigüita Enmascarada
Migratoria
Bananaquit 
Coereba flaveola
Cigüita Común 
Residente
Black-crowned Palm-Tanager
Phaenicophilus palmarum
Cuatro Ojo
Endémica
Green-tailed Warbler
Microligea palustris
Cigüita Cola Verde
Endémica
Antillean Euphonia
Euphonia musica
Jilguerillo
Residente
Antillean Siskin
Spinus dominicensis
Canario
Endémica
Yellow-faced Grassquit
Tiaris olivaceus
Cigüita de Hierba
Residente
House Sparrow
Passer domesticus
Gorrión Domestico
Residente
Greater Antillean Grackle
Quiscalus niger
Chinchilín 
Residente
Village Weaver 
Ploceus cucullatus
Madam Sagá
Residente
Scaly Brested Munia
Lonchura punctulata
Pecho Jabao
Residente