domingo, 5 de diciembre de 2010

Te hablo de Alto Velo (2 de 3)

Por Pedro Taveras (pjtveras@hotmail.com)

La isla de Alto Velo constituyó, junto a la península de Samaná, en la segunda mitad del siglo XVIII, una zona de mucho interés para los Norteamericanos en América, tanto por su riqueza en guano (estiércol de las aves marinas) como por su riqueza geopolítica como isla adyacente de la República Dominicana, situada a poco más de 60 kilómetros de su costa suroeste, así como por su cercanía con Haití, país que también intentó apoderarse de ella.

La riqueza biológica y natural de Alto Velo está dada por la presencia de grandes poblaciones de aves marinas, como son las gaviotas, bubies y otras que han usado el lugar como anidamiento durante cientos de años; así como por una especie de lagarto conocido como anolis altovelensis, endémico de la isla. 

La isla ha sido objeto de reporte y mención de innumerables visitantes del Mar Caribe: desde el segundo viaje del Almirante de la Mar Océana Cristóbal Colón, cuando estuvo en la isla accidentalmente. ”…Le puso ese nombre (El Almirante) debido a su majestuosa silueta que se observa a grandes distancias desde el mar, dando la imagen de un buque con sus velas desplegadas. Luego el padre Las Casas, en su Historia de las Indias, la designó con el nombre de Alta Vela y el nombre toponímico creó confusión y toda una polémica sobre si se debe decir Alto Velo o Alta Vela.” (1)

Para la época de la llegada de los europeos a esta tierra, la abundancia de aves era tanta que, según la fuente citada anteriormente, haciendo referencia a Hernando Colón, hijo del almirante, en su obra "Vida del Almirante", cap. LX, dice que las aves “…se dejaban matar a palos”. (2) Podría imaginarse, por la cantidad de guano extraído en el último siglo, que para la época pudo existir una población de más de un millón de aves de diferentes especies.

Las Visitas de Científicos.

El 22 de octubre de 1978, José Alberto Ottenwalder, del Departamento de Zoología del Museo de Historia Natural, se encontraba haciendo investigaciones en la isla Beata junto a un connotado y numeroso grupo de científicos de diferentes aéreas del conocimiento natural y social de la isla de Quisqueya; e hicieron una visita ocasional a Alto Velo, durante varias horas, haciendo observaciones que les permitió identificar 21 especies en ese breve tiempo.

Ottenwalder informa que “…hasta la fecha la única especie reportada para esta isla era de Sterna fuscata (Bond, J. 1952. Seccond Supplement to trhe Check- listo f the West Indies (1950), acad. Nat.Sci of Philadelphia) la cual fue observada por William Belton en enero de 1952, quien anilló muchas de ellas, estimando además que en la colonia habían unos 600,000 huevos en un área de aproximadamente 30 acres -y sigue diciendo-: en este viaje nosotros encontramos una colonia de S. fuscata estimada en 20 a 25 mil aves aproximadamente, anidando en la explanada costera del noroeste de la isla…” ( 3). Por otra parte F.S. Ducuoudray quién fuera parte de la expedición de Ottenwalder, al escribir “Postdata con Gaviotas” relata sobre este viaje que: “Belton, naturalista norteamericano, estuvo en Alto Velo hacia 1950…llegó a contar 300,000 huevos de gaviotas en esa pequeña isla…” (4)

Sin ser especialista en la materia, nos vemos en la necesidad de cuestionar las cifras de los 600 mil huevos, por ser un cálculo exagerado para la pequeña isla, reconociendo que este lugar ha sido perturbado durante siglos por las incursiones de recolectores de guano, pescadores y las mismas especies exóticas, lo más lógico es que en vez de hablar de los 600 mil huevos, a los que se refería La Carta Ocasional en el Naturalista Postal, se trataba de las parejas de aves, siendo 300 mil el número más prudente. El mismo F.S. Ducoudray aclara: “Porque siendo la gaviota ave de un sólo marido, trescientos mil huevos indicaban -como me lo explicó José Alberto Ottenwalder- la existencia allí de por lo menos seiscientos mil gaviotas, entre macho y hembras” ¡sic!. (5)

Los escritos de F.S. Ducoudray constituyen documentos de mucha importancia para conocer la zona, son decenas de cuartillas dedicadas a describir y explicar los fenómenos de la vida natural que se dan en las islas Beata y Alto Velo.

Los biólogos Nelson García Marcano, zoólogo de vertebrados; y Dania Veloz, conservacionista, quienes forma parte del Programa de Vigilancia y Monitoreo de la Temporada de Anidamiento de Bubies 2010, del Ministerio Ambiente de la República Dominicana, con quienes compartimos la experiencia de visitar a la isla, detectaron dos áreas de anidamientos en la parte sureste, que de acuerdo a su metodología de trabajo, arrojó una población de “…25,000 individuos de bubies o gaviotas oscuras (Onychoprion fuscatus) entre pichones, juveniles y adultos-advirtiendo-, que el número podría aumentar cuando se visiten otras zonas de anidamiento”. (6)

En esta visita, también observaron “Aliblanca, Zenaida Asiática; Petigre, Tyrannus Dominicensis; Vencejito, Tachornis Phoenicobia; Caracolero, Haematopus Palliartus; Gaviota Cabecinegra, Larus Atricilla; Rabijunco, Phaethon Lepturus; y Tijereta, Fregata Magnificiens” (7)

A la llegada de este equipo a Alto Velo “…avistamos perchado sobre una roca un ejemplar de la boba grande o bubies, Sula Leucogaster. A esta ave se le observó una protuberancia negra en una de las patas, cuando pudimos acceder a ella se comprobó que era petróleo y el mismo le cubría la cola y parte de las alas, por lo cual procedimos a lavarla con agua dulce y jabón, únicos elementos que teníamos a mano.” (8)

Alto Velo en la actualidad es uno de los lugares donde se ejecuta, para República Dominicana, el proyecto “Mitigando las Amenazas de las Especies Exóticas Invasoras en el Caribe Insular”, un plan regional en el cual se encuentran comprometidas cinco naciones (Bahamas, Jamaica, República Dominicana, Santa Lucia y Trinidad y Tobago). El objetivo de este proyecto es contrarrestar el peligro que para la biodiversidad representan las especies exóticas invasoras.

Esta iniciativa se enmarca dentro del programa de biodiversidad de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y es financiado por el Fondo para el Medio Ambiente (GEF- por sus siglas en ingles) y lo implementa el Commonwealt Agriculture Bureau International (CABI). En República Dominicana lo ejecuta el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, concentrando sus acciones en desarrollo de estrategias, planes y políticas para el manejo de las especies exóticas invasoras, así como dos proyectos pilotos de erradicación. Alto Velo es uno de los sitios de los Proyectos Pilotos.¨((9)

Se eligió a Alto Velo con “… el propósito de proteger especies amenazadas”. Se busca preservar el anolis de Alto Velo (Anolis Altovelensis), especie endémicas de la isla…” así como las aves marinas que usan la isla como lugar de anidamiento. Ambas especies están seriamente amenazadas por la presencia de ratones y gatos.” (10)

La amenaza se extiende al mundo vegetal con la presencia del Nim (Azadiracha Indica), algodón de seda (Calotropis Procera) (11) 

“Otra amenaza para la biodiversidad de la isla la representa la presencia de Cabras (Capra Hircus) considerada como “…una de las peores especies invasora del mundo.”(12)

En la República Dominicana, este proyecto está coordinado por el Ing. Carlos Rijo, de Vida Silvestre del viceministerio de Áreas Protegidas y Biodiversidad del Ministerio Ambiente.

Notas.


(1) República Dominicana, Islas y Cayos. Isla de Alto Velo, www.jmarcano.com (Paréntesis míos, pt).
(2) ibidem
(3) (Aves de Alto Velo, Naturalista Postal, carta ocasional del herbario USD Universidad autónoma de Santo Domingo, Rep. Dominicana. No. 15 de 3 de abril de1972. Los paréntesis son de la cita de Ottenwalder)
(4) (Postdata con Gaviotas. El Caribe, 3 de marzo de 1979 y reproducido en La Naturaleza Dominicana. Región Sur. Tomo 2. Colección Centenario, Grupo León Jiménez, Santo Domingo, 2006)
(5) Ibidem
(6)Conversación personal con Denia Veloz, bióloga conservacionista.
(7) (ibídem)
(8)(ibídem)
(9) (Te Hablo de Alto Velo ,1 de 3.( www.chinchilina.blogspot.com)
(10) (Proyecto Especies Exóticas Invasoras, en www.medioambiente.gov.do)
(11) ( ibidem)
(12) (ibidem)

martes, 5 de octubre de 2010

Caminando por Barahona con Martí y Bosch

Por Pedro Taveras (pjtaveras@hotmail.com)

Cuando pasé por Barahona, después  de haber leído "El turco se llamaba" (*) de Juan Bosch,  me llené de imágenes en las cuales se presenta José Martí, el apóstol de la independencia cubana, quien visitó ese pueblo en los primeros años de la década de mil ochocientos noventa en su militancia independentista.

En "El turco se llamaba" Bosch nos describe a Barahona en la época en que la visitó  Martí, nos habla de un pueblo de unas cuantas docenas de bohíos, donde la única casa era  la de don Carlos Alberto Mota "… cuyo prestigio no se discutía entre el Yaque del Sur  hasta la frontera con Haití" y a quién Martí visitó por recomendación de un hermano.

Llegué a la Provincia Barahona, procedente de Santo Domingo, y atravesé el pueblo por una de esas calles que mueren en el malecón, para encontrarme al fondo el inmenso mar.  Inmediatamente, en mi mente, figuré a lo lejos  La Onelia, una goleta que transporta gente y correos desde Santo Domingo, la misma que transportó a Martí luego de su paso por  New York hace más de cien años.

Me olvidé de toda modernidad, de cualquier barco de transporte de sal y yeso, o de azúcar amarrado en el muelle; me olvidé de la Barahona actual, llena de vehículos, casas, hoteles, y todo tipo de movimientos, incluyendo a los políticos y sus altoparlantes calle arriba y calle abajo. Todo lo cambié por aquellos navíos de vela.  "Vela", ¨vela¨, voces de niños anunciando la llegada por las turbulentas aguas del Mar Caribe de las embarcaciones, única vía de comunicación de Barahona con el resto del país y el mundo, esas voces a todo pulmón de los niños de aquel entonces era repetida por las cotorras: "vela", "vela"  por todo el pueblo, tal como lo describe Juan Bosch, al narrar la llegada del “turco”  a Barahona.

Pude visualizar la imagen del apóstol de la independencia cubana dada por Bosch: "...en cubierta al hombre, un sujeto pequeño, mas bien delgado, vestido con paño negro y tocado con gorra. El extraño era ligeramente cetrino, de bigote abundante y ojos y pelos obscuros; estaba cruzado de brazos esperando quizás que dieran fin a las maniobras de atracar y las pupilas le relampagueaban con una pesada carga de gravedad", Me lo imagino bajando de la goleta que lo transportó desde Santo Domingo  a Barahona, procedente de New York.


Me confundo entre la gente que pretenden, más por curiosidad, ayudar al extraño visitante.   Lo veo bajar con sus baúles llenos de secretos, de ideas, pensamientos y esperanzas libertarias.

Me entretengo con Bosch mirando casuchas de pajones y tierra, y pude divisar la casa comercial, la única de madera, ladrillos y zinc a la vista, la del señor Carlos Alberto Mota, a donde llegó Martí, el pensador que la gente común confundió con un comerciante sirio, al que la gente llamaba "turco", y sus maletas llenas de papeles de la revolución con las mercancías para la venta a los campesinos de la zona.  Feliz confusión que cubrió al revolucionario ante la delación de los agentes consulares.


Después de leer la narración de Juan Bosch, sobre lo que le contaron de la breve estadía de Martí en Barahona, no se me  borran aquellas imágenes labradas por el maestro del realismo social en la literatura dominicana.

Cruzo por aquellas calles de Martí y Bosch, retomo la vía por la costa, entonces recupero el sentido de la historia, perdón, quise decir de la geografía, dándome cuenta que estoy  llegando a Paraíso, rumbo a Pedernales.

 
(*) Juan Bosch, El Turco se Llamaba…en Temas Histórico, Tomo I, 1era. Edición. Ed. Alfa y Omega, Santo Domingo, 1991.


Imágenes tomadas de Iconografía Martiana, Editorial Letras Cubanas, Habana, 1985. 1. Retrato al óleo de Herman Norrman 2. Martí y el Gral Máximo Gómez en Nueva York 3. Dibujos de Martí hechos por Bernardo Figueredo Antúnez 4. Retrato de Martí con Valdéz Domínguez y Francisco (Pachito) Gómez Toro, hijo de Máxiamo Gómez, tomado en Cayo Hueso, La Florida.

jueves, 3 de junio de 2010

Te hablo de Alto Velo

Por Pedro Taveras

1 de 3


Te hablo de Alto Velo. Fue un viaje con poco tiempo: de un día para otro, cada quien preocupado por los suyos y por la seguridad de todos, por eso terminamos optando por retirarnos rápido, alegando que el mal tiempo no nos iba a dejar salir. Por mi parte me hubiera gustado estar varios días sobre las aves, el guano, la vegetación y haciendo fotografías.

Visité Alto Velo como parte del equipo del ingeniero Carlos Rijo, quien coordina el proyecto “Mitigando las Amenazas de las Especies Exóticas Invasoras en el Caribe Insular”, un proyecto regional en el cual se encuentran comprometidas cinco naciones (Bahamas, Jamaica, República Dominicana, Santa Lucia y Trinidad y Tobago). El objetivo de este proyecto es contrarrestar el peligro que para la biodiversidad representan las especies exóticas invasoras. Esta iniciativa se enmarca dentro del programa de biodiversidad de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y es financiado por el Fondo para el Medio Ambiente (GEF- por sus siglas en ingles) y lo implementa el Commonwealt Agriculture Bureau International (CABI). En República Dominicana lo ejecuta el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, concentrando sus acciones en desarrollo de estrategias, planes y políticas para el manejo de las exóticas invasoras, así como dos proyectos pilotos de erradicación. Alto Velo es uno de los sitios de los Proyectos Pilotos.

Además nos acompañaban, seis personas más que llevan a cabo estudios en la zona, entre los que se encuentran biólogos, especializados en aves, del Programa de Monitoreo de los Anidamientos de Aves Marinas (bubies), así como miembros de la dirección local del Ministerio Ambiente de la provincia Pedernales, quienes nos recibieron y condujeron hasta la isla.
(Fotos por Pedro Taveras)
Aquel es un lugar hermoso,  más de un km cuadrado. Como su nombre lo dice es un velo alto en el mar, una montaña que se levanta en este lugar. Los cronistas de indias llamaron alta vela, parece un decimonónico y estático velero, a lo lejos, como flotando en el mar Caribe, semeja a un mojoso galeón que quiere hundirse, cuya principal vela mide 160 metros sobre el nivel del mar.

Un lugar que fue muy rico biológicamente y aún lo es, pero saqueado durante siglos. Fue a partir de los años cincuenta del siglo antepasado (1850) cuando se comenzó a explotar el guano de manera industrial, constituyendo el principal fertilizante del continente. El guano es el excremento de las aves marinas. La fiebre del guano recorrió, desde Norteamérica, interesada por él, hasta Suramérica, donde se llevaron a cabo fuertes luchas por dicha materia, conocidas como la guerra del guano.

En el Caribe insular la isla de Alto Velo, perteneciente a la República Dominicana, fue de las más codiciadas por empresarios norteamericanos, originándose fuertes luchas violentas por la posesión de esta. Hubo concesiones por la explotación de decenas de miles de toneladas de guano que se llevaban a otros países, principalmente Estados Unidos. En cada periodo de fuerte explotación era biológicamente destruida. Hoy es una isla invadida por especies que compiten con las nativas, como son los gatos, quienes se alimentan de pichones de gaviotas y bubíes.

En cuanto al viaje de ida y vuelta fue terrible: la primera hora o cuarenta minutos de ida no se siente nada, hasta fotos se pudieron hacer, pero después tuvimos que empacar todo como si fuéramos a nadar, ya que el oleaje llenaba la embarcación de agua. Al regreso el tormento es al principio. Cuando yo miraba hacia atrás preguntaba si había pasado por esas olas, marullos, como llaman a esas olas, esas pequeñas montañas en movimientos perpetuo. El capitán, es un león del mar a diferencia del pez invasor del mismo nombre, es solidario, aunque en el pasado fue un depredador de los recursos costeros marinos de la zona convertido hoy en un defensor de los recursos naturales desde el Ministerio Ambiente del que forma parte. “Ramito,” como se llama el capitán, evadía las olas de lado, así evitaba fuertes golpes de caída, capaz de desvertebrar a cualquiera, sentía los golpes en la columna vertebral; de la parte media de la embarcación hacia delante nadie podía aguantar esos golpes. Increíble! Sacando agua permanentemente, por suerte que mi empaque desde la capital fue a prueba de lluvia y lo reforcé en la noche en el hotel, pues viajaba con 5 radios de comunicación, como apoyo al grupo, GPS, mi nikón d80, mi macro 90mm, era mi fortuna en las espaldas que debía cuidar de la salinidad.

Estando en la isla en la noche Rijo, a quien yo servía de ayudante, me preguntó: “- ¿tu te asustaste?,” “- no, le dije, me preocupó que se pudiera mojar la cámara”. Francamente mis equipos podrían flotar y no se mojaban. Solo el GPS y mi cartera se mojaron, para los cuales no valió las funditas (bolsitas) que lo protegían.

Mi interés en ese momento era tomar un punto y hacer fotos de los marullos y los peces voladores más que pensar en la desgracia que podría advenirse.

Lo grande de todo esto es que uno pasa como una hora sin ver tierra firme, después se ve una silueta, ahí comienza el capitán a decir: “miren a Alto Velo”.

Yo creía que la ruta era parecida a la isla Beata, pero no, es diferente. Para llegar a Alto Velo se parte desde Cabo Rojo o desde la cueva de Bahía de las Águilas y le da para abajo, como el que va para Venezuela, solo que se detiene uno como a 60 km de la costa, donde es Alto Velo. En coordenadas: 219 184 e y 1934 183 UTM.

Ese paso es un canal que a veces se encuentra tranquilo, pero generalmente se presenta como violento y nos dice el Capitán que el canal que hay entre Isla Beata y Alto Velo es intransitable para ese tipo de embarcación, que es un bote de transportar pescado desde la zona de beata hacia pedernales, bajo otras condiciones.

Rijo iba pensativo y activo a la vez, iba con un fuerte malestar por el olor a la gasolina, también los demás sintieron mareo por el combustible desbordado, pero a Rijo le fue peor: había tragado un poco de gasolina al succionar la manguera de uno de los tanques que suministraba carburante a los motores 2T, pues, tuvimos problemas en el trayecto de ida, justo cruzando el canal que el Capitán llama de los vientos, no se si haciendo referencia al canal que nos separa de las islas de Jamaica y Cuba o por los fuertes vientos de la zona.

Uno de los dos motores fuera de bordas de 60 caballos cada uno que movían el bote de unos 30 pies de eslora, se dañó, mientras Ramito, el capitán, forcejeaba con él: quitaba el protector que lo cubre, halaba mangueritas, succionaba, haciendo dos y tres cosas al mismo tiempo. Intentaba prenderlo. Algunos en el grupo hacían sugerencias de acuerdo a su experiencia, pero Rijo metió la boca. Succionó gasolina. El silencio de todos era una forma de comunicarse consigo mismo. Al cruzar el canal, se habló poco, tanto en la ida como en la vuelta. Es un monologo de Ramito: “por aquí cruzo, que no se ve nada, bajo agua de noche, decía. “Yo le doy ahí -indicando hacia donde está Alto Velo-, y llego bajo agua, que no se ve nada,… yo no quiero maltratarlo” recalcaba. -“ustedes no saben nada, aquí no hay tormenta”, hablaba para evitar intranquilidad.

Cuando  vi, en medio de aquella tormenta, aquel hombre moviendo tanques, destapando el motor, que la bujía está mojada, que no me da, que viene la lluvia, cierren. Me olvidé de mi propia vida, tenía deseo de hacer fotos de los marullos, de las aves marinas y los peces voladores cual si fuesen aves que nos custodiaban, pero era imposible por las aguas dulces del cielo y las calientes del mar. Yo pensé en lo que antes le había dicho a mi amigo Rijo: solo voy a creer que vamos a Alto Velo cuando esté allá. En la noche me confesó que pensó plantearnos que nos devolviéramos y le agregué a su comentario: si lo hubieras hecho, yo lo hubiera apoyado, pues, sin pensar en cábalas, ya era el tercer intento de mi parte por llegar a Beata, que era como llegar a Alto Velo. .

domingo, 25 de abril de 2010

EL PASEO DE LOS FLAMENCOS ROSAS

A Eliezer Nieves, profesor de Interpretación Ambiental, RESERVA XXX

Por Pedro Taveras (pjtaveras@hotmail.com)(1)
Fotos Eliezer Nieves

La Reserva de la Biosfera Ría Celestun junto a la Reserva de la Biosfera Ría Lagarto, son de los lugares donde se concentran más flamencos rosa de la nación mexicana, localizadas ambas reservas en la península Yucatán, específicamente en la costa del Golfo de México.

Estas hermosas aves, que anidan y se alimentan en estas reservas; contrastan con el verde selvático, combinándose con todas las tonalidades del azul y complementando su color rosado pálido, otras veces cuasi rojo, con el color de la Artemia salina; son escoltas silenciosas de la naturaleza..

El flamenco, como ave migratoria, no es de aquí ni de allá y tiene curiosos comportamientos. Los podemos ver a lo largo de las rías, los encontré en estas coordenadas: en el trecho o duna costera que va desde El Cuyo a Las Coloradas, igual desde este lugar a Río Lagarto el principal pueblo de la reserva Ría Lagarto; y si te vas para San Felipe, también los verás. Miles son los migratorios, los cuales pueden llegar augustos; en un año pueden aparecer 20,000 como también 40,000 como vinieron a la coordenadas geográficas: 20 53 56 n y 90 20 46 W o al El Peten de los Flamencos: 20 52 39 N y 90 21 17 W.

Esas aves celestiales, a lo lejos, ante la limitada vista de los humanos, semejan rosas sobre las aguas grises y verdosas, egregios y serenos sobre las aguas quietas del estero, son motivo de visitación de miles de personas que compran la vista de tan colorido ambiente, generando fuentes de ingresos para los involucrados en conservar tan preciado recurso, haciendo de los colores también recursos económicos.

Alex, es el guía, es un interprete ambiental de mucha formación, nativo de Celestun, ejemplo digno de un profesional en la materia, cuya universidad ha sido la propia realidad y el amor por ésta, la Ría Celestun; conciente de que tiene mucho que aportar a la conservación de los recursos naturales de esta Reserva de la Biosfera, nos acompañó como intérprete gracias a la gestión del profesor de Interpretación Ambiental doctor Eliezer Nieves, un hijo de Puerto Rico.

¿Interpretación Ambiental? ¿Qué es la interpretación ambiental?

Según Sam H. Ham, uno de los más grandes exponentes en la materia, nos dice que fue Freeman Tilden en 1957 quien define la interpretación ambiental como “Una actividad educacional que aspira a revelar los significados y las relaciones por medio del uso de objetos originales, a través de experiencias de primera mano, y por medios ilustrativos en lugar de simplemente comunicar información literal” (2)

Para San H. Ham “La interpretación ambiental involucra la traducción del lenguaje técnico de una ciencia natural o área relacionada en términos e ideas que las personas en general, que no son científicos, puedan entender fácilmente, e implica hacerlo de forma que sea entretenido e interesante para ellos” (3)

Alex nos dijo muchas cosas y más que decirnos cosas sobre los flamencos, se adueñó del grupo Reserva XXX por dos horas: entre tantas cosas que disfrutamos están estas notas sueltas de las cosas que decía:

“Cuando los flamencos erizan sus plumas lo hacen como expresión de agresividad entre ellos. Ellos se pelean entre si, pero no se lesionan por la conformación de sus picos.

“Su color es por la edad y por la alimentación en base a organismos pequeños de color rojo y la Artemia salina que también es roja”.

“Son simétricos: su cuello y las patas son del mismo largo y el cuello y las patas son juntas del mismo largo que las alas abiertas”.

“Pueden llegar a Celestun hasta 60,000 flamencos en la temporada de noviembre a febrero”.

Según cuenta Alex, en el año 2008 llegaron unos 52,000, provocando que se vieran poco en el resto de la península. En esta temporada llegan de todas partes, principalmente del Caribe y el resto de la península; la isla de Cuba es el lugar que últimamente están frecuentando más.

La población en general de flamenco rosado es de unos 70,000 aproximadamente, según la charla de Alex.

“No ven lo que comen -dice Alex- tienen un mecanismo de introducir su pico en el agua con fango, tomando el fango y la lengua se encarga de expulsar el fango quedándose con la presa que ingesta de manera deliciosa”

“En Celestun y Ría Lagarto la gente estuvo cazándolos para comer o coger los huevos que se vendían en poblaciones cercanas, llegando a quedar tan solo una población de 6,000 unidades”.

Ante la pregunta de por qué algunos se mantienen con la cabeza en alto, mientras otros las introducen en el agua, nos respondió:

“Los que quedan con las cabezas en alto son los centinelas, están para anunciar el peligro”. La respuesta quedó ilustrada cuando una embarcación imprudente se acercó al grupo, muchos estaban buscando su comida, con sus cabezas zambullidas durante alrededor de 30 segundos, mientras los que estaban lejos de la lancha tenían sus cabezas levantadas.

Hubo preguntas, comentarios y también explicaciones de los participantes sobre autoprotección de la población de flamencos, pero sólo reproducimos las intervenciones de Alex:

“Ponen un huevo por año y su cría la alimentan como hacen los pingüinos y las palomas por ‘Sangre de Buche’ es la leche de las aves y se trata de una hormona prolactina. La madre y el padre producen “leche” para su cría”, explica el interprete.

Los flamencos son polígamos, porque cambian mucho de pareja, pero que durante acompañan a su pareja son responsables y fieles hasta que sus crías están fortalecidas. “-Más que polígamos practican la monogamia sucesiva”, interrumpió quien suscribe.

“Tienen un cuerpo de nodrizas, que pueden ser machos o hembras, cuya función es proteger y enseñar a los pequeños, que no es tarea de los padres.” Se dice que hay nodrizas que han puesto huevos, aunque es poco común.

“Su promedio de existencia está entre los 25 a 30 años de vida libre y en cautiverio podrían vivir entre 35 a 40 años”, asegura Alex.

Mientras el excelente y chévere profesor retomaba la magistral dirección del grupo, las dos lanchas se movían en dirección contraria a los flamencos; a pocos minutos y sobre el agua quieta, estos desaparecían, quedando sólo el horizonte…


(1) El autor es egresado de Reserva XXX, miembro del Ministerio de Medio Ambiente de La República Dominicana..
(2) Citado por Sam H. H Ham en su libro Interpretación Ambiental Una Guía Práctica para Gente con Grandes Ideas y Presupuestos Pequeños. Publicado por la Universidad de Idaho, Moscow, Estados Unidos, 1992

(3) Ibídem.


martes, 2 de febrero de 2010

Celestún: donde las casas cuentan de su historia

Por Pedro Taveras (1)

A doña Ene, Yolanda, Irma, Ángela Víctor, Abrahán “El Chango” y Mauricio, por su honestidad y entrega al trabajo.
El municipio de Celestun es la sede del Centro de Investigación y Capacitación en Recursos Naturales “John E. Walker” de Ducks Unlimited (Dumac) en Yucatán, institución que se dedica a capacitar recursos humanos en el manejo de los recursos naturales en Latinoamérica y el Caribe.

La población de esta comunidad esta entre los 8,000 habitantes a 10, 000, según el censo de familia realizado para fines de recolecta de residuos sólidos hace pocos años, el cual dio como resultado unas 2100 familias viviendo en la zona, con un promedio de habitantes por hogar de 4.a 5 personas. (2)

La economía de Celestun está basada en tres actividades básicas: la pesca, fundamentalmente de pulpo en los meses de septiembre a diciembre; las salineras, cuando ha llovido; y las actividades turísticas tanto de sol como de naturaleza.

La pesca se realiza en las aguas del golfo y en menor escala en la ría de manera artesanal, con la captura de jaiba y camarón. Miles son las pequeñas embarcaciones que se ven en la aguas de este lugar y toneladas de productos marinos salen de este pueblo cada año.

Otro renglón que tradicionalmente ha sido fuente económica de Celestún ha sido la sal. Desde los tiempos prehispánicos se viene explotando dicha salinera de manera artesanal. Decenas de miles de toneladas salen cada año cuando ha llovido lo suficiente para que sus charcas se llenen de las aguas del cielo para que luego se conviertan en sal. También se produce artemia salina, la cual es demandada por los productores de camarones de granjas, además de ser una fuente de alimentación de diferentes especies de la avifauna del continente, entre los que está el flamenco rosado.

Esta zona está poblada desde los años 900 a. d. e, cuando comenzó el auge de la cultura maya, luego se asentaron poblaciones de europeos en los tiempos de la conquista y colonización, dedicándose a la extracción de los recursos naturales, actividades de comercio del palo de tinte y otras mercancías que se traficaba por el golfo y los mares caribeños; sus casas son un recuerdo de esas épocas, sobre todo los años finales del mil setecientos y los mil ochocientos. Aunque no hay grandes vestigios de ciudades mayas, como es común encontrar en la región peninsular, existen zonas de interés arqueológico que esperan investigaciones sobre la presencia de las poblaciones prehispánicas.

Muchas viviendas pueden tener 200 años de construidas y son hechas bajo diferentes estilos europeos pero con materiales usados por los mayas para construir sus monumentales ciudades: la piedra, una característica común de toda la península de Yucatán.

Las casas son los nidos de la gente, es la expresión objetiva de una mentalidad, de una ideología estética, de un excedente de la producción material de una época o más épocas ida y presente, es la historia de la gente y al mismo tiempo la fuente permanente de esa historia, que no se detiene.

Se puede apreciar el proceso de evolución de la vivienda en la zona: la del maya y la del campesino europeo conquistador.

La Palapa, como se llama la vivienda de los nativos, en Celestun ya no existe como tal, y si aparecen los estilos y los materiales están mezclados. Lo que es muy común son los cercos de piedras a propiedades y casas, llamados albarradas.

Parece ser que se sacaba y entraba a la península todo tipo de mercancías hacia o desde los mares del Caribe y el Atlántico. Alguna vez perteneció como puerto al partido de Mérida, otras veces al partido de Tizimin, otra al de Maxcanú. Mérida lo mantuvo resguardado por la ria que lo oculta, hasta los años 1862 cuando lo perdió. Todavía en 1900 estaba bajo la tutela del partido de Maxcanú. (Rodríguez Losa, Salvador, Geografía Política de Yucatán. División Territorial, Gobierno de los Pueblos y Población 1821-1900. Tomo II. Universidad de Yucatán, Mérida, 1989)

Cuando la industria del henequén se vino a pique en la década de 1970, muchas poblaciones se refugiaron en esta zona, dedicándose a las actividades económicas propias de la zona. Constituyendo un elemento de presión a los recursos naturales de Celestun. (Programa de Manejo Reserva de la Biosfera Ría Celestún. SEMARNAT, 1era. Edición, México, 2000, Pág.46),

Para los que puedan ver por medio de Google Earth estas hermosas tierras, les proporciono algunas coordenadas para que lleguen cerca de los lugares donde he estado. Anímense, pueden llegar, por aire, a menos de 500 metros de esta belleza natural: 771440 E y 2308766 N, es la avenida que nos conduce al centro urbano de Celestun; 770234 E y 2308911 N, es el muelle en una hermosa playa llena de gaviotas; 772488 E y 2308599N es el puente sobre la ría; y 773499 E y 2308 005 N, es un peten.

Para los que van por primera vez, se preguntarán ¿qué es la ría? y ¿qué es un peten? Para los que vivimos alejados de los sistemas costeros marinos, representan ecosistemas nuevos. Peten es una palabra maya y se refiere a una porción de suelo dentro del humedal, tal vez con algunos metros más elevados sobre el nivel del mar que el resto, donde sale agua dulce del manto freático, creando un ambiente más propicio para la diversidad de especies y sobre todo el crecimiento de los árboles. Los mangles pueden alcanzar 30 y hasta 45 cm de diámetros, con alturas que pueden pasar de los 20 metros, creándose una visual de elevaciones del terreno que no es real, dándonos la idea de que fueran mogotes, tal vez lo puedan ver, se parecen a los Haitises, el Carso dominicano, con la diferencia de que son árboles de alto crecimiento y no elevación del terreno propiamente dicha.

La ría no es más que parte de este gran humedal, una forma de llamarle a una fuente de agua que no es mar, ni es laguna, ni es río como los que conocemos. Es un brazo de agua que sale al mar, pero que no viene de correntias superficiales, sino de manantiales y ríos subterráneos, así hay muchos en toda la costa de la península. La ría de Celestún, como la Ría Lagarto, constituye una fuente de riqueza natural y económica de incalculable valor para todo el estado de Yucatán y por la recepción de especies migratorias, un tesoro natural del continente.

Viaja a Celestun gratis con Google Earth, te ayudo a llegar mientras tanto y podrás desplazarte libremente por todas las cosas bellas, verás fotos y videos de todos los atractivos de esta tierra celestial....

(1) El autor es egresado del Diplomado Manejo de los Recursos Naturales RESERVA XXX, Celestun, Yucatán, México, 2009.

(2) Conversación con Mauricio, biólogo, responsable del manejo de residuos de la Reserva de la Biosfera Ria Celestun

viernes, 1 de enero de 2010

Celestún: donde las bicicletas y motos tienen techos

Al personal de apoyo de Dumac, con ellos a los yucatecos para que sigan así

 Celestun es un municipio de Mérida, Estado Yucatán, México, localizado a unos 90 km al oeste de Mérida capital. Aquí vive gente brava, de colonización y nativa, descendientes de antiguos habitantes de la península, gente de faena de sol a sol, que ha desarrollado su vida en base a la riqueza de las aguas del golfo, de la ría que lleva su nombre, de la lluvia que le da la sal, porque es la única salinera que produce sólo cuando llueve y no por la inundación de charcas por aguas marinas, como sucede en nuestra República Dominicana y otras partes del mundo.

Fundado en el 1718 ha sobrevivido a las tempestades de la historia y del tiempo. Sus habitantes, como también los de otros pueblos de la península, tienen particulares medios de transporte: las bicicletas, triciclos y motos, en realidad son bicitaxis, tricitaxis y mototaxis, todos con techos, medios sustentables económica y ambientalmente para una población pobre que vive bajo el reto de proteger la ria, y sus áreas silvestres ante las amenazas del crecimiento económico que acecha por todos los lados, en todo momento los preciados recursos naturales protegidos por ley e inscriptos, junto a Ría Lagarto y Palmar, como Reserva de la Biosfera. Este medio hace de sus habitantes gente fuerte para la sobrevivencia.

Su ría y el golfo presionan a la población, la exprimen, la conducen a adaptarse a un medio implacable, de pantanos, suelos áridos y salinos, donde la temperatura puede pasar los 40 grados Celsius.

La gente va y viene en las bicis, tricis y en las motos, son negocios, son servicios que prestan, donde los músculos son la fuente energética que lo sustenta. En la noche, su gente suelen pasearse por sus calles; los jóvenes recorren la avenida principal, desde el parque hasta el puente sobre la ría de aproximadamente dos kilómetros. Dar esa vuelta y conseguir una caguama antes de las ocho de la noche es un placer o comprar cualquier cosa en un abarrote o tendejón completaría el paseo callejero.


En realidad es un placer estar en un pueblo tranquilo, porque, aunque persisten problemas sociales y ambientales, no existe la violencia asfixiante de otras latitudes continentales del México plurinacional, pluricultural y globalizado, en este sentido es un paraíso en America. Así es Mérida, así es Yucatán. Para los que tienen deseo de llegar a esas tierras, es fácil hacerlo y hasta localizar los insólitos lugares donde estuvimos haciendo prácticas como parte del diplomado que cursamos sobre manejo de recursos naturales. Tú puedes hacerlo desde tu casa.

Llegar a Celestun es un encanto. Después que llegues a la península de Yucatán, buscar por la costa, a mano derecha, si es que viaja desde el Caribe. He aquí direcciones para que puedas llegar con tu familia, con tus amigos, sin perderte, usando a Google Earth, en caso de que andes falto de dinero o sin tiempo para tomar un avión que te lleve a Panamá, Costa Rica, EEUU, ciudad México para luego volar a Mérida y montarte en una guagua del transporte Oriente hacia Celestun. Todas las rutas requieren tiempo y dinero.

Google Earth es tu avión privado. Anota estas direcciones para el piloto automático: 772329 E y 2308488 N, aquí están las instalaciones de Ducks Unlimited, (DUMAC) el centro donde vivimos durante dos meses e hilo conductor de siete países. En 769168 E y 2302217 N hay un estero lleno de pájaros, donde puedes contarlos; 770422 E y 2304904 aquí estuvimos atrapando pájaros en redes con el propósito aprender a monitorearlos para conocer sobre su estado de salud, reproducción, alimentación, y otras informaciones importantes para la conservación de la avifauna local, aquí hay salinas, las que sólo producen cuando llueve; 772597 E y 2307949 N, este punto es en la ría, observamos decenas de flamencos.


Cuando abordes a Google Earth encontraras grados, minutos y segundos, busquen el sistema de coordenadas, marquen la utm para que no salgan los grados sino números como estos que envío. Si te mueves de izquierda a derecha y viceversa encontrarás los números que se mueven rápido y si te remueves de abajo para arriba se moverán igual de rápido. Cuando tengas la combinación perfecta, es decir, entre los números que te envío y los que marca la pantalla sean los mismos, estará sobre ti, sobre mi, sobre nosotros, sobre recuerdos de 16 participantes de ambos sexos de siete países: México, Bolivia, Argentina, Uruguay, Paraguay, Haití y Dominicana, becados por DUMAC, una institución que capacita recursos humanos para la conservación de los recursos naturales de Latinoamérica. Seguro que bajarás a 800 metros y tal vez menos. Verás lugares bellos, también muchas fotografías. ¡Vamos a viajar a Celestun, vamos a volver, es fácil hacerlo! Aquí te espero.… y te seguiré contando mis impresiones de un viaje a los cielos de Yucatán.. Hasta pronto, Pedro.