miércoles, 23 de enero de 2008

Quisqueya Verde entre la incredulidad y la esperanza

Por Pedro Taveras (pjtaveras@hotmail.com)
Hace diez años que Arcadia Calderón, al igual que la mayoría de los habitantes de la comunidad de Los Ganchos ubicada en la cuenca alta del río Haina del distrito municipal San José del Puerto en Villa Altagracia, veía entrar y salir un camioncito de jornaleros que “sembraban palos” en la loma; eran jornaleros de Quisqueya Verde que venían de Básima y Guananito.
“Con palo no se come”, murmuraban algunos campesinos; ni Arcadia, ni la gente de la comunidad de Los Ganchos entendían que la reforestación era una cuestión de comida también.
La gente de Los Ganchos, salvo algunos de sus habitantes, no creyó en principio en el Plan Nacional Quisqueya Verde y por tales razones no participó en el proceso de reforestación de la zona; por lo que el mérito de esa labor les corresponde a los habitantes de Básima y Guananito.
Cuando Quisqueya Verde inició los trabajos de reforestación en esa loma, en 1997, justo entre las provincias Monseñor Nouel y San Cristóbal, lo hacía para proteger las microcuencas de los arroyos Guananito, Yabacoa, Juan Manuel y Arroyo Vuelta, el primero de la cuenca Haina y los otros tres de la cuenca Maimón. Con estas acciones llevaban el ingreso directo a más de cien familias que vivían en extrema pobreza, a las cuales se le mejoró su vivienda y muchas recibieron una nueva, las que conforman el barrio que la gente llama con el mismo nombre del Plan, al la altura del km. 56 de la carretera Duarte. Cuando diez años atrás todo era diferente: pajones, quemas periódicas para mejorar un pasto incipiente; y más de dos millones de pequeños arbolitos sueltos en esas montañas de Dios, con voces agoreras vaticinando el fracaso del plan y que a veces llevaban a cualquiera a la desesperanza, se insistía en decirle a la gente que de esas plantaciones dependían los empleos del futuro.
Pasaron los años y esas tierras se cubrieron de esperanza.
PELAR VARAS UN NUEVO OFICIO
Ahora, con el relanzamiento del Plan Nacional de Reforestación Quisqueya Verde (2007) y al vivir la experiencia forestal de los últimos años, los habitantes de Los Ganchos, en el municipio de Villa Altagracia, clamaron por ser los nuevos jornaleros del Plan “porque aquí la gente se gana la comida con las varas de los raleos y hay muchos beneficios por esos palos”, como dijo uno de los campesinos que entregaba su cédula para integrarse a una brigada en ese frente de reforestación.
“Si yo no hubiera vendido mi parcela…”, decía un campesino, lamentándose, porque otro ha sacado buenos beneficios de lo que era su propiedad.
Doña Arcadia, más conocida por el apodo de “Juana”, quien ha estado enferma con dos operaciones en la columna y abuela de dos niños, dice sentirse bien porque en la cercanía de su casa trabaja pelando varas y, aunque no puede trabajar mucho por sus problemas de hernia discal, asegura que “se gana el arroz de su familia” y que puede pelar entre 20 y 40 varas al día, por las que cobra 10 pesos por cada una.
Contrario a Juana está Ricardo Calderón, alias “Negro”, su primo, quien pela de 40 a 60 varas “y a veces hasta 70, aunque no siempre” nos aclara este padre de cinco hijos, de los cuales tiene que mantener cuatro.
“Yo no pelo mucho, hay otros que pelan 70 y hasta cien varas, como Santo Vicente; vea, aquí hay gente que pela…”, nos explica Negro, mientras se echa al hombro la pala de corte con que quita la cáscara de la vara.
A Negro le preguntamos por qué él no formaba parte de la brigada, ya que siempre lo veía en las reuniones comunitarias donde se organizó el grupo de jornaleros que trabaja en la zona. Y nos contestó “Yo estoy apoyando la brigada, pero no me conviene trabajar en ella, porque pelando varas me puedo ganar de inmediato hasta 8 mil pesos al mes.”
Como a doscientos metros de donde nos encontramos con Juana y Negro, encontramos a dos niños con palas en manos, al preguntarles si iban a pelar varas nos contestaron que sí. “Ustedes son niños y no pueden trabajar, orientó Domingo, el técnico de Quisqueya Verde, haciendo referencia al trabajo asalariado. Nos dijeron que eran palos para su casa. En realidad eran unos cuantos puntales para la construcción de un rancho.
Cuando regresábamos, a la 1:30 de la tarde, nos encontramos con los dos niños que iban para la escuela, al vernos se rieron: “Quisqueya Verde”, dijeron.

viernes, 18 de enero de 2008

LA MUJER EN "APUNTES DE UN VIAJE", DE JOSÉ MARTÍ

Por Pedro Taveras Muchos llegamos a conocer por primera vez la obra del más universal de los cubanos, como alguien le llamó a José Martí, por cuenta de Fidel Castro, cuando en un acto de valor ante la oscurana de una justicia mediatizada, declaraba que el autor intelectual de un hecho que se le imputaba, era Martí, y que ély sus compañeros sólo lo habían ejecutado.
Se refería Fidel al asalto al cuartel Moncada, en Santiago de Cuba un 26 de julio, cuya leyenda está recogida ensu libro La Historia me Absolverá.
Me llamaron la atención las ideas de Martí sobre la Mujer, cuando el autor del Moncada, en la clausura del II Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, en 1974, criticaba la poca cantidad de mujeres como dirigentes del Estado y del Partido en esa época.
Terminaba su discurso apelando al Eros martiano (el placer por el profundo amor a la humanidad) para enfilar sus críticas a la cultura machista, citando, ante la presencia de cientos de mujeres.-entre las que se encontraban figuras como Ángela Davis y Hortensia Bussis viuda Allende-, palabras muy bellas que Martí había dicho: "... las campañas de los pueblos sólo eran débiles cuando a ellas no se alistaba el corazón de la mujer, pero cuando la mujer se estremece y ayuda, cuando la mujer anima y aplaude, cuando la mujer culta y virtuosa unge la obra con la miel de su cariño, la obra es invencible”.
Y siguió citando a Martí cuando dijo que “el alimento natural de la mujer es lo extraordinario”, cuando expresó que “la mujer, de instinto natural, divisa la verdad y la precede” y cuando exclamó que “la mujer vivirá a la par del hombre, como compañera y no a sus pies como un juguete hermoso.".(1)
De esas promisorias palabras han transcurrido treinta y dos años, y hoy esa sociedad contabiliza en la formación de sus profesionales científicos el 52% para la matricula femenina, y representan las mujeres cubanas el 32% de las más altas calificaciones en las diversas manifestaciones del saber.
EL ESCENARIO
Eran días difíciles de la conspiración para lograr la independencia de su patria, cuando Martí sale un 31de enero del 1895 de New York, viaja en el vapor Atlas, acompañado de María Rodríguez, Enrique Collazo y Manuel Mantilla; llega el 7 de febrero a Montecristi después de pasar por Cabo Haitiano. Viene a enfrentar las más grandes adversidades en que se ven los revolucionarios en todos los estadios del desarrollo de la humanidad. Son los momentos en que la historia registra El Manifiesto de Montecristi.
El momento histórico de escribir a don Federico Henríquez y Carvajal, a Antonio Maceo, alClub 10 de Octubre de Puerto Plata
En su tercer y último viaje a Santo Domingo, es decir, a República Dominicana, procedente de las “entrañas del monstruo,” en 1895, y mientras diligenciaba lo que el llamó la guerra necesaria escribió apuntes de un viaje (mi visita a Santo Domingo), (3) un texto personal, y lleno de particularidades.
Son páginas llenas de descripciones del medio ambiente, en especial la vegetación de la zona, recoge el aliento epistemológico de su gente, las situaciones donde el centro de atención es la población humana y en especial, la Mujer como humanidad, la que recrea la patria universal del revolucionario cubano que transita los laberintos de una guerra como antesala de su muerte en Dos Ríos.
La mujer como género está presente en cada momento de la vida del apóstol de la independencia cubana y en su pensamiento radical. La mujer no tuvo un día sino el Día; no fue recuerdo sino presencia, no fue cosmético sino ideología transformadora. En La Edad de Oro insistió en el propósito de que las niñas se prepararan intelectualmente como los varones. Admiraba a la trabajadora y a la madre de familia.
Una de las tantas caracterizaciones del pensamiento de José Martí es la profundidad con que analiza lo que trata; otra es la dimensión humana del amor a los suyos, familiares y amigos, con la misma intensidad con que amó a escala social: "Denme en que servir."
¿Qué lleva a Martí, en medio de la tensión de la lucha revolucionaria, a no separar la vida cotidiana y simple de la lucha por la independencia de su patria? La lucha la concibió como acto de transformación del individuo y la sociedad. Su condición de revolucionario hace de la condición de mujer, un ente transformable y transformador perenne, que irrumpe en los quehaceres de la Vida, y de su vida.
Es indiscutible que, como género, estuvo presente en los grandes momentos que vivió el prócer. Las mujeres: su madre, sus siete hermanas, cuando prediciendo su muerte le escribe el 25 de marzo a su progenitora: “Abrace a mis hermanas y a sus compañeros.”.(2)
Las hijas de los amigos, las esposas de los compañeros, las compañeras en su quehacer revolucionario; todas, son parte de una concepción de articulación para su causa de cambiar la sociedad más allá de la libidinosidad con que tradicionalmente el macho trata a la hembra.
Era febrero el mes de las patrias, la dominicana y la cubana: una cumplía años de nacimiento como nación y la otra, casi en la misma fecha (24 de febrero), comenzaba el desgarramiento del parto independentista.
El 19 de febrero Martí escribe desde Santiago una larga carta a Gonzalo de Quezada, su compañero de lucha, su gran amigo, donde le da instrucciones y explicaciones amplias de las situaciones que lo envuelve en su peregrinar por la tierra dominicana en pos de la causa cubana y no deja de recordar a las mujeres en el sentido de la solidaridad y el afecto familiar:
“…no paso hora sin que hablemos de usted, de Tomas Estrada y de la casa de Carmita…”, para dar el siguiente detalle: “…me acuerdo de aquel último instante que vi pena de cosas mías en el rostro de Angelina, y calló Aurora en su hombro como amorosa y sobrecogida, y vi aun más nobleza al alma recta y entusiasta de Lulianita…”
Y en ese mismos párrafo recomienda: “…no me lastime a Angelina ni con una flor”, para aclarar: “… es raro en el mundo, y entre las mujeres de este mundo, hallar en tan pocos años cualidades venerables.” Y preguntarse: “… ¿La volveré a ver? Vamos de frente y acaso no vuelva; pero siento alrededor de mi su presencia benévola y pura.” (4)
En el último párrafo de la misma epístola a Gonzalo vuelve a retomar las mismas preocupaciones, como un suspiro antes del ocaso de Dos Ríos.
Fue su última marcha prosélito en la tierra del Máximo Gómez.
En apuntes de un viaje … fueron fechados siete días de su estadía en esta media isla, y escribe más de 21 situaciones que implican a la Mujer como género, antes de seguir la ruta hacia Cabo Haitiano, donde también sigue anotando cada detalle, donde la Mujer irrumpe a cada momento para complementar la causa fundamental de la Vida: vivir.
No dudamos de que en el inmenso mar del pensamiento de Martí, el apóstol haya incurrido en dudas y temores en cuanto a la Mujer, ni es objetivo de este trabajo hacer análisis de la erótica martiana, sino presentar momentos significativos como indicadores de una concepción de ver al mundo y a la Mujer diferente a lo dominante de la época y gran interés en la actualidad.
Es nuestra intención compartir con los lectores las humanas expresiones encontradas en los apuntes de un viaje... que resaltan a la mujer de la línea noroeste de República Dominicana y su frontera norte con Haití, mientras cabalgaba los laberintos polvorientos de Montecristi a La Vega... De Monte Cristy a la Vega.
Viaja de Monte Cristy a la Vega y fecha los días 14, 15 y 16 de febrero de 1895, donde destaca escenarios del género femenino, en 14 ocasiones y de regreso desde la Vega a Monte Cristy fecha los días 18 y 19 de febrero, se empeña en escenificar 7 veces el gesto femenino.
El día 14 de febrero, cuando llega a Santiago, escribe una carta a María Mantilla, la niña de New York que está presente en la intención de escribir sus notas; a ella y a su madre, Carmen Miyares, es a quienes le dedica estos apuntes: "Para probarles que día por día, a caballo y en la mar, y en las más grandes angustias pueda pasar hombre iba pensando en ustedes."
Es el profundo amor a la especie humana y en particular al género femenino, lo que lo lleva a tener los ojos puestos en cada gesto de la niña, la joven, la adulta, la de edad avanzada.
El filósofo admira la frase del dominicano del medio, el que encuentra en el camino real. "... cada expresión es un aliento de sabiduría, - escribe el 14 de febrero al referirse a la gente sencilla-, que guarda lo que no dice. Y pone como ejemplo una expresión del camino: “... y si no me traen tengo que matar las gallinitas que le empiezo a criar a mi mujer." Tiene que deshacerse de un valor material y espiritual que guarda para su mujer.
Recoge la frase de Arturo, al manifestar que su mujer sale desde la campiña a tener su hijo en Santiago como una manera de darle status a un hijo que llega al mundo, y lingüísticamente establece la diferencia social de las mujeres "que ha dado a luz" como la del señor Jiménez, un campesino rico y la mujer pobre que cuando tiene un muchacho dicen que "parió", como expresara Arturo.
La libido aflora y el mismo 14 de febrero anota; "...moza que pasa desgonzada la cintura, poco al seno el talle."
Según Ezequiel Martínez Estrada "Alguien ha visto- Gabriela Mistral entre los mejores- que el Eros martiano tiene un timbre típicamente cubano o antillano, que consiste en una afectuosidad generosa y dadivosa de entrega de si como obsequio y prueba de mutuo ligamen..." (4)
Martínez Estrada ve el Eros martiano como la mezcla de un amor platónico y la libido freudiana, predominando lo ideal y las implicaciones sociales.
El mismo 14 de febrero, escribe en Santiago una situación que vivió en Guayubín, un poblado entre Montecristi y Santiago, en el encuentro con don Jacinto, un personaje forjado en las espinas de cactus, recio, como tradicionalmente eran los habitantes de la "Línea", como se le llama a esa región de la geografía dominicana, y a quien Martí llama "prohombre y de fuego".
Cuenta que su mujer le fue infiel con un compadre a quien se la confió; despachó a la mujer y de un tiro de carabina mató a su compadre, y a la mujer le dijo: "adiós, no te mato, porque eres mujer."
La condición de mujer fue el calificativo para seguir con vida, se impuso esta razón en la cosmovisión súper machista de un guerrero.
Estuvo visitando a una comadre y se juntó con el viajero, destacando este la presencia de "...una hija linda de ocho años..."
Destaca a la madraza, una mujer de "veinte y mas crianza...", se refería a Nene, de Villa Lobos, un poblado en su ruta polvorienta. Destaca a u Mercedes, una mulata dominicana de vejez limpia y fina nos hace...el almuerzo de arroz blanco, pollo con leren..."
Habla de la guerra y de los hombres y destaca "...la casa de Jesús Domínguez, padre de muchas hijas, una de ojos verdes, con cejas de arco fino y cabeza de mando.
Para reprochar: "... abandonado el traje de percal carmesí, los zapatos empolvados y vueltos..." y refiriéndose a otra hermana "...rechoncha y picante, viene fumando, con un pie en media y otro en chancleta..."
Resalta la belleza natural de esas muchachas, sus flores, talle, bustos, a pesar de vivir en abandono. El poeta visitante recibe de las hijas de Jesús la oferta de tener seis matas de flores, para cuando regrese de La Vega a Monte Cristy, al tiempo que le reprochaba el hecho de no tener flores en su casa. "...ni ellas siembra flores ni sus hermanos.."
Está el apóstol sorprendido de que no tengan flores en su casa, sin embargo reconoce que saben leer; destaca a ".. .Ana Vitalina, la niña letrada que lee de corrido y a la mujer de labor. "...pilaban arroz...."
Cuando llega a Santiago - el 15 de febrero-, describe aquella belleza natural de la zona sin dejar de reconocer las bellas mujeres: "...cogemos flores para Rafaela, la mujer de Ramírez, con sus manos callosas del trabajo, y en el rostro luminoso el alma augusto-no menos que augusta.-es leal, modesta y tierna..."
El 15 escribe poco en diario, apenas algunas líneas donde habla de la vegetación que existe entre Santiago y la Vega, y destaca una familia cuya cabeza es un preso político y para referirse a este señor dice: “...el marido de la casa.” No habla del jefe, o padre de la familia, ni del dueño de la casa, sino del “marido” quedando involucrada la mujer como realidad ideológica.
EL REGRESO
De regreso de la Vega a Monte Cristy, en su proselitismo independentista, escribe el 18 de febrero sobre su encuentro con la familia de don Jesús, una familia importante de la zona, donde le llamó a atención las impresionantes chicas a quienes venia a reclamar el pago de una grande deuda: las flores, las matas de flores en su patio, "...la casa de las mocetenas que regañé porque no siembran flores, cuando tenían tierra de luz y manos de mujer y largas horas de ocio."
El maestro regresó a la casa de Jesús y reclama la penalidad impuesta a sus hermosas hijas: "...de burdas las acusó aquel vía un viajero y de que no tenían alma de flor..."
El apostó fue drástico y tajante, sin concesiones, porque reconoce que hay lugar donde plantar, necesidad espiritual, manos de mujer, y hay ocio. ¿Por qué no tienen flores ?.
Reclama el cultivo de las flores como ornamento, una indiscutible herencia que dejaron las inmigraciones ibéricas en Santo Domingo, muchas de ellas procedentes de Cuba y que se establecieron principalmente en Santiago, la Vega, Puerto Plata y Moca, entre otras poblaciones del trayecto Montecristi - La Vega.
Su trato magistral y poético hacia las hijas de Jesús, dio sus frutos, "-y ahora que vemos?- se pregunta el viajero: sabían de nuestra vuelta y Joaquina que rebosa de sus dieciocho años, sale al umbral con su tábano encendido entre dos dedos y la cabeza cubierta de flores: por la frente cae un clavel, y una rosa se asoma por la oreja sobre el cerquillo tiene un moño de jazmines: de geranios tiene un mazo a la nuca y de la flor morada del guayacán..."
Y sigue el poeta observando; "...la hermana está a su lado, con un penacho de rosas amarillas..." cuando entraron a su casa, la encontraron llenas de flores, cumpliendo con el gusto exigente del fiel visitante, de aquella alma grande que se jugaba la vida en los aprestos insurrecciónales para ver su patria independiente.
A Ceferina Chávez, una mujer de prestigio, le reconoce su hospitalidad y la atención que presta a los visitantes de Guayubín; "...les da a beber, por mano de su hija, el vino dulce—tiene a sus hijas en finos colegios para que luego vuelvan al campo a trabajar (...) casará la hija con letrado, pero no abandonará el trabajo productivo ni el orgullo de él. Su conversación de natural autoridad fluye y chispea..."
El 19 de febrero escribe sobre esa familia que admira y reconoce una profunda conciencia social, contraponiéndola a la abulia de las hijas de Jesús que con tierra, mano y ocio no tienen flores en su casa, ni están arregladas como debe estar una familia política y socio económicamente importante de la zona.
Es la conciencia social que tiene toda familia que recibe clientes de natural autoridad. La hija de Ceferina que le atiende "...sonríe ingenua y habla activa de injusticias o esperanzas".
Después del primero de marzo sale para Cabo Haitiano y continúa destacando en sus apuntes a la Mujer, haitiana, en mujeres seguía pensando, escribía para María Mantilla, la niña y Carmen Miyares, la madre, a quienes el humanista mantuvo presente hasta el último segundo de su vida en medio de lo él llamó la guerra necesaria por la independencia de Cuba, la más grande de Las Antillas.
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FUENTES:
(1) Se puede leer en la colección de discursos de Fidel, en Granma, Organo oficial del Partido comunista de Cuba. .Versión digital
(2) Emilio Rodríguez Demorizi, Los tres Viajes de Martí a Santo Domingo. Publicaciones ONAP. Santo Domingo, 1995 .Las citas de las cartas son tomadas de esta publicación.
(3) Apuntes de un viaje (mi visita a Santo Domingo) Edición de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) en ocasión del centenario de la visita de Martí a Santo domingo, 1992. Las citas del diario son tomadas de esta publicación.
(4) Ezequiel Martínez Estrada, Martí Revolucionario, publicado por Casa de Las Américas, segunda edición, 1974. (pág.46)

lunes, 7 de enero de 2008

ENERGÍAS ALTERNATIVAS EN REPÚBLICA DOMINICANA

Pedro Taveras
No podemos gastar nuestra inteligencia en buscar soluciones al problema energético a partir de la importación de combustibles fósiles, ni siquiera en eso de generar energía eléctrica a partir vapor con carbón (no tan alternativo como nos lo presentan), cuando tenemos el cálido sol, la brisa que nos refresca y las fuentes de agua que bajan de nuestras montañas.
En días pasados leí la conferencia del ingeniero Antonio Almonte, hasta el momento de escribir este artículo director ejecutivo de la Comisión Nacional Energética (CNE), pronunciada en la Cámara Americana de Comercio en julio pasado, y me sorprendió el hecho de que siendo esa Comisión la “principal institución del Estado en materia de políticas, normativas y promoción de inversiones en el sector...,” no hiciera referencia al potencial que tienen nuestros recursos naturales para la producción de energía limpia, más cuando esos planteamientos son “.. . el resultado de un gran esfuerzo intelectual colectivo desarrollado a lo largo de meses de estudios, consultas, debates y reflexiones”. Dicho esfuerzo contiene “... las recomendaciones de consultores internacionales, técnicos nacionales, empresarios, y ejecutivos del sector eléctrico dominicano.”(Listín Diario, sección D, Pág. 3. viernes, 6 de agosto de 2004. cursivas mías, pt).
Si se hacen grandes esfuerzos para buscar soluciones al problema eléctrico, ¿por qué no se habla de las alternativas que nos dan los recursos naturales a corto y largo plazo?
Cabe reconocer que la pieza del ing. Almonte fue una buena exposición con más de 80 párrafos, los cuales recogen el pensar de uno de los sectores que tienen en sus manos la cuestión energética en Dominicana, sobre todo lo referente a la electricidad; pero mi preocupación -que no es la de un técnico del sector eléctrico, sino la de un ciudadano común-, es conocer el porqué la energía eólica, solar e hidráulica no se ha puesto en primer plano como tema de la nación.
He conocido los beneficios de la energía limpia y las experiencias de otros beneficiados en Dominicana y otros países, mas me llama la atención la ausencia de una cultura ambientalista entre los que dirigen el sector eléctrico en esta tierra de Dios.
Creo que los técnicos dominicanos, por su nivel académico y erudición en la materia, conocen a profundidad el potencial de nuestros recursos naturales para la generación eléctrica, pues por un lado tenemos muchos aficionados en la materia e iniciativas comunitarias con logros más que aceptables de los beneficios que ofrecen los recursos viento, agua, sol; sólo basta pasearse por nuestras montañas, por algunos poblados apartados de nuestros centros urbanos, para conocer experiencias de generación eléctrica a partir de los recursos renovables de nuestra patria, que proporcionan soluciones familiares y comunitarias (de 0.05 Kw a 75 Kw) y la mega generación hidráulica del Estado que ofrece alrededor de un 20% de la energía que consumimos.
La conferencia, cuyo contenido y forma no cuestionamos, expone, entre los factores de preocupación, el “incontrolable aumento del precio del petróleo y la perdida del valor del peso dominicano.” (ibidem. Cursivas mías, pt). Sin embargo tan importante conferencia no asume la energía alternativa como parte de las posibles soluciones al problema eléctrico.
Si de energía alternativa se habla en esa intervención, es sólo cuando señala la generación por vapor con carbón, que no es limpia, ni renovable y que, además, atenta contra el medioambiente. Aparece el concepto generación hidroeléctrica perdido en una sábana de letras con más de 85 pulgadas a cinco columnas del citado matutino. Si no tenemos petróleo ni dólares ¿para qué insistir en la cuestión de generación de electricidad sobre la base del petróleo u otras formas no renovables?
¿Cómo es posible que se inviertan cientos de millones de dólares cada año en el sector energético, cuando en el país no podemos encender un bombillo o un abanico, ni poner en marcha una empresa productiva o de servicio sin que esto implique grandes costos adicionales?.
Cada día los acontecimientos que suceden en el mundo nos alejan de tener energía barata. Si en el ambiente mundial se auguran guerras y calamidades habrá problemas derivados de estas; por el contrario, el acceso al mercado petrolero para nosotros se empeoraría si aumenta el nivel de vida de la población mundial, sobre todo de la China continental, donde se vislumbra un crecimiento económico sostenido, apareciendo hábitos de consumos al estilo occidental en sustitución del ascetismo maoísta.
La energía como capacidad de transformación de un pueblo es la manera de los seres humanos perpetuarse como tales y de crear y/o asimilar las tecnologías que permiten erigirse como cultura; si dependemos de la capacidad ajena nos conducimos hacia un callejón sin salida, al amparo de lo que nos dicte otro; en cambio, si usamos nuestra capacidad nos perpetuamos como nación.
La nación dominicana lo tiene todo por delante, sobre todo unas autoridades que entre sus posiciones programáticas tienen como objetivo “fomentar el uso de energías alternativas y discutir y aprobar de manera consensuada una política para el subsector”, lo que fue reiterado en el discurso de la toma de posesión del Presidente Leonel Fernández, quien subrayó la importancia que reviste la energía limpia para el país.
LA ENERGIA SOLAR
Cuando todas las mañanas abrimos las puertas de nuestras casas y vemos caer los rayos del sol, en ese momento estamos recibiendo energía solar; cuando ponemos una cubeta de agua al sol para que su temperatura aumente algunos grados y luego usarla en el baño; cuando tendemos la ropa, o salimos a calentarnos bajo el sol, estamos aprovechando la energía solar térmica. Esa energía también la podemos transformar y con ella hacer grandes cosas como si fuera un acto de magia: como, por ejemplo, convertirla en energía eléctrica y ver televisión; utilizar un radio receptor, transmisor, cocinar, mover una industria, y hasta mover un auto, sus usos son fenomenales.
La energía solar es una fuente energética inagotable a escala humana, sin la cual no habría vida en la forma que conocemos, sobre todo la animal y la vegetal; podemos aprovecharla de manera natural en los océanos, en las plantas, en la atmósfera.
Esta noble energía se convierte en eléctrica mediante colectores solares (módulos fotovoltaicos).
Imaginemos una superficie equivalente a la mesa del comedor de una casa, que podría ser la de cualquier campesino, que tiene cuatro sillas (más o menos un metro cuadrado), esta superficie expuesta al sol recibiría 1kw/h, si cubriéramos dicha superficie con paneles solares con la actual tecnología de rendimientos de los paneles que ronda entre un 14% a 16% de la energía recibida, tendría disponible una potencia de 0.14kw/h a 0.16kw/h, que serviría en este momento para satisfacer el 90% de las necesidades de esa casa. Imaginemos una tarea (628 m2) cubierta por paneles solares tendríamos 88kw/h a 100kw/h energía para más de 100 viviendas; es decir, todo un pueblo.
LA EXPERIENCIA DOMINICANA
La experiencia con esta energía renovable es la más común en la República Dominicana, con una satisfacción de más de un 90% de las necesidades de los usuarios. Aporta miles de soluciones eléctricas a hogares, policlínicas, escuelas, acueductos, oficinas y un sin número de unidades de telecomunicaciones en toda la geografía nacional. Hay poblaciones enteras que satisfacen sus necesidades familiares y comunitarias con energía solar, como son los casos de Guayajayuco, provincia Elías Piña; de la Sierra, Dajabón, Santiago Rodríguez, el Seibo y Barahona, entre otras.
El territorio de esta media isla es propio para instalar sistemas solares de gran eficiencia.
Es lamentable que para muchos el panel solar ha sido visto únicamente como la salida a la falta de electricidad que tiene una familia pobre que habita en un lugar apartado de nuestra geografía, apadrinado por una ONG o por la iglesia, cuando no el gobierno. Craso error, ya que lo ideal sería ampliar la cantidad de paneles solares en por lo menos 10 mil nuevas instalaciones por año, cuestión que se llegue a todas partes e ir reduciendo lo que se puede consumir por la generación de las plantas que desangran la nación con la fuga de divisas y la contaminación del medio ambiente.
En los centros urbanos hay personas que han combinado el deficiente sistema eléctrico nacional con la colocación de paneles solares. “Me levanto y veo el bombillo verde prendido, es la señal de que el panel está mandando carga a la batería, ya puedo prender el abanico, lo que antes no podía hacer, el panel carga las baterías sin haber luz.”, comentó un ingeniero que ha montado un pequeño panel en su hogar del sector Invivienda de Santo Domingo para ayudarse, ante la incompetencia de las empresas eléctricas cuando no satisfacen la demanda eléctrica de su familia, ni de la población en general.
Las nuevas autoridades de la nación deben prestar atención a la cuestión solar, para que la gente pueda ir incorporando en su hogar, en los centros de trabajo y de servicios un porcentaje de la energía que consumen por autogestión.
LA ENERGIA EÓLICA
La energía eólica es aquella energía que produce el viento a partir de su movimiento(energía cinética) Esta energía es convertida en energía mecánica mediante un conjunto de aspas(turbina eólica) las cuales ponen en marcha un generador incluido en el sistema que convierte la energía mecánica en energía eléctrica.
Esta energía finalmente nos puede cargar las baterías en nuestro hogar y en grandes emplazamientos se pueden conectar a la red nacional para aportar al sistema de generación de cualquier país.
El aprovechar el viento constituye un importante aporte al desarrollo de la humanidad cuando, gracia a él, aparece la vela uno de los grandes inventos tecnológicos de las culturas dominantes en momentos históricos que ha vivido la humanidad. La vela revolucionó la navegación marítima a grandes distancias y al más bajo costo para la época.
Para obtener electricidad tomamos un generador eólico (aerogenerador) de 1.5m de diámetro, con un rendimiento de 40%, diseñado para que comience a generar a partir de 3m/s de una corriente de aire que podemos encontrar en diferentes zonas del país, a esta velocidad del viento tendremos una potencia de salida de uno 11w/h, pero si la velocidad aumenta a 5m/s la potencia aumentaría a 0.53kw/h y si aumenta a 8m/s tendremos unos0. 217 kw/h .
Podemos tomar un trozo de pino chileno (entre las maderas del mercado es la más recomendada), una volanta, un poco de alambre de cobre, (el calibre depende de la capacidad del generador que quiere construir) hacer unas cuantas bobinas, un poco de trabajo y construimos un aerogenerador que colocado en un lugar donde el viento alcance los 3 m/s comenzamos a generar electricidad capaz de satisfacer las necesidades parciales o totales de una o más familias dominicanas.
Pero una de las limitantes de la energía eólica es que sólo aprovechamos un 59%, aproximadamente, de la energía del viento, por lo que el rendimiento real de un buen eólico artesanal está entre el 30 y el 40 %. En el mercado internacional encontramos, desde el micro generador de 0.2 kw/h a 2000 kw/h.
No me desmienten los diversos proyectos que se mueven por energía eólica en nuestro país. Como parte del Malena Radio Club, doy testimonio de dos repetidores, incluyendo el de los bomberos francomacorisanos, localizados en la cordillera septentrional, utiliza la energía de dos eólicos y dos paneles, para un sistema de recepción y transmisión de cuatro radios y un quinto aparato de enlace que se mantienen encendido las 24 horas.
Así como nosotros existen otros beneficiados de esa energía limpia.
LA EXPERIENCIA INTERNACIONAL
Todo el que visita la zona de Tilaran, Costa Rica, observará parques eólicos que generan decenas de mw/h para consumo de la nación centroamericana.
España para el año 1999 producía unos 394.6 mw, con unos 1555 aerogeneradores en 49 parques eólicos y según la revista Integral. Vida sana y natural, No.230 febrero 99, pág. 14, se estima que, para el 2010, se generaran unos 8,300 mw.
Lo que hacen Dinamarca y Alemania en la materia es digno de difundirse en nuestras tierras donde somos tan escépticos para entender estas cosas.
Sabemos que la energía eólica necesita de condiciones especiales, velocidad del viento que en dominicana no es común (no es el caso de los paneles que se colocan en todas partes), lo que implica más detenimiento, evaluaciones y estudios que a veces no hacemos y cometemos errores estableciendo aerogeneradores donde nos plazca. El mercado está lleno de posibilidades para adquirir estos aparatos.
Esto hasta ahora no se ha incentivado, ¿por qué?
LA ENERGÍA HIDRÁULICA
Es una de las fuentes de energías más antiguas, se ha usado para mover máquinas elementales desde los albores de las tecnologías. Es otra forma de sacar energía limpia del agua que nos baña, la que permite el regadío, el líquido que más abunda en la faz de la tierra. Solo necesitamos agua de las montañas (que deben ser reforestadas).
LA EXPERIENCIA DOMINICANA
Dentro de la energía limpia, la generación hidráulica, es la que hace el mayor aporte al parque energético nacional. Aunque es cuestionada por algunos sectores cuando se trata de grandes generadoras (a partir de 7000 kw/h), los costos económicos y ambientales a largo plazos son positivos, sobre todo, en aquellas generadoras pequeñas y medianas.
En la actualidad tenemos una mega generación hidráulica de alrededor de un 20% de la que se ofrece a la nación y está en manos del Estado, dejando una micro y pequeña generación, insignificante en cantidad, pero de un gran valor cultural e indicador de la viabilidad de este tipo de energía, al sector comunitario (ONG e iglesia). Conocemos los casos del El Pino del Edén, en Descubierta, Jimaní; Janey en Jánico, Santiago de los Caballeros; Paraíso, Barahona, Los Calabazos, Jarabacoa, así como las existentes en San José de Ocoa y otros que sumándolas todas su generación no llega a un mega. Cabe destacar las 10 ó 12 micro hidroeléctricas de 0.2 kw/h a 0.5 kw/h (200 w/h a 500w/h) que tienen los campesinos de los Dajaos, Jarabacoa; todas de altas satisfacción para los usuarios; algunas (El Pino, Janey, Ocoa) con más o menos 20 años de trabajo, con algunas interrupciones por causas de mal manejo gerencial.
El Estado debe incrementar la inversión en esta forma de generar electricidad, porque tenemos las aguas, tenemos los desniveles (saltos), también podría incentivar al sector privado para que invierta en hidroeléctrica, en pequeñas generadoras de 1, 2, 3 Mw. Una micro hidráulica de 0.2 kw/h (200 w/h) puede costar unos 700 dólares en el mercado y sería suficiente para una o varias familias, y una de 10 kw/h menos de 6000 dólares, suficiente para satisfacer la demanda de unas 20 o 30 familias en el campo. Con lo que se compran cincuenta carros de lujo, de esos que andan molestando en nuestras calles, se hace una hidroeléctrica o varias hidroeléctricas capaces de resolver la situación energética de cualquier pueblo o aportar los megas que necesita el país para estar prendido como un arbolito.
Perdonen si peco de tonto.

jueves, 3 de enero de 2008

“A Cuba se le da, no se le pide”

Por Pedro Taveras. pjtaveras@hotmail.com
El autor es antropólogo social
A decenas de miles de cubanas y cubanos que salvan vidas y calman dolores en los lugares más pobres y apartados del mundo.
Con el advenimiento de los regímenes participativos en América Latina, Cuba ha tenido una oportunidad para demostrar, una vez más, el sentido de la solidaridad con los pobres del mundo, sin importar el gobierno que tengan, y a la vez un respiro para comenzar a construir un camino o, mejor dicho, reparar un camino construido en el vaivén de la guerra fría y bajo las más grandes presiones que patria alguna haya tenido con todos los poderes del mundo en su contra.
La tierra de Martí construye la democracia socialista hostigada por la potencia económica y militar más grande del mundo que, para mal de Cuba, se encuentra en su frontera, sin ser la isla una amenaza para la seguridad de la gran nación norteamericana; mientras le da la mano a millones de seres humanos que sufren en Asia, África, América. Y no vaciló en ofrecer la incalculable ayuda de más de mil médicos, cuando Katrina atacó a los pobres y negros de Nueva Orleans, dispuestos a ir, como emergencia, donde otros galenos no llegarían.
Hace más de treinta años que Cuba viene planteando la coexistencia pacífica y el derecho al desarrollo en el mundo de los no alineados, así como diálogos con las administraciones estadounidenses, algunos acuerdos infructuosos, otros insuficientes en su ejecutoría; entre ellos los acuerdos migratorios y la lucha contra el terrorismo, como ejemplos de sus modestos esfuerzos.
Por mucho que quiera hacer la revolución es imposible desarrollarse a plenitud con tantas adversidades; bastante ha logrado, a pesar de depender, en muchos casos, de los intercambios a través de terceros.
Difícil fue para la isla haber perdido a sus socios económicos tradicionales después del derrumbe de la Europa del este o bloque socialista.
Gracias a que, como dice la canción de Pablo Milanes, “…Bolívar lanzó una estrella azul, que Fidel dignificó, para andar por esta tierra…”, Cuba se abre camino en esta geografía americana.
El estigma del barbudo alzado en las selvas americanas se mantuvo por mucho tiempo en la mente taumaturga de los pueblos del continente, unos viéndolo como un redentor y otros como una amenaza a sus intereses, idea que ha ido cambiando por la presencia de médicos del cuerpo y médicos del alma “alzados” en montañas y barriadas dando amor y solidaridad, facilitando el “Yo si puedo” y las diferentes misiones en pro de la vida entre los excluidos del continente.
La estrategia cubana décadas atrás no estuvo en América como quizás creyeron algunos, al contrario, la América verde se mantuvo en luchas de ghettos guerrilleros, desperdigados en su inmensa geografía, en un completo diversionismo ideológico, tratando de hacer sus cambios estructurales con políticas y culturas particulares, que fueron desde el sincretismo político religioso (Perú), pasando por el culturalismo sandinista (Nicaragua); así como la expresión urbana de la lucha revolucionaria en el cono sur (Uruguay y Argentina) y el electoralismo como proceso de la izquierda (Venezuela antes de La Quinta República).
En esta parte del mundo no fue posible un Vietnam, dos Vietnam y tantos Vietnam como países oprimidos existieran, como pretendió el legendario “Che” argentino. Al final de la década del 60 este escenario se cerró en la América morena y Cuba se fue al continente negro a saldar la deuda de la esclavitud, creándose allí varios Vietnam, quedando demolidos regímenes oprobiosos del continente y con ésta la independencia del colonialismo, el neocolonialismo y la eliminación del racismo como política de Estado.
Después de más de treinta años de Cuba en África (y que conste: sigue en África) regresa a la América nuestra, no con el fusil liberador, no como la Cuba “invasora”, “comunista” y “comegentes” como les decían. Esa entrada a nuestra América ha sido con la bata blanca de la salud y la pureza, con el lápiz de la educación e instrucción para la libertad, con la mano edificadora de sociedades más justas. Así ha venido Cuba a clavarse en el mismo corazón de América, solidarizándose con el resto de la humanidad como ningún pueblo en el mundo lo ha hecho.
Decenas de miles de hombres y mujeres profesionales ofrecen lo mejor de su formación social y técnica a los más necesitados de varios continentes: en Haití, en Bolivia, en Centro América, en Venezuela, para sólo mencionar algunas naciones de este continente, están los cubanos y las cubanas con mano, corazón y mente practicando el amor a escala social, dando su vida por lo demás. Por eso defender a Cuba socialista es una cuestión de amor a los demás, es un acto personal y debe ser una posición de los gobiernos y pueblos de este continente. ¿Por qué hay que estar contra Cuba si nos ha dado tanto?
A Cuba por gratitud se le respeta, como nos enseñó Juan Bosch, el maestro de siempre, cuando al hablar de la cantidad de ediciones que se habían hecho en el mundo de su libro El Arte de Escribir Cuentos, excluyó a Cuba y manifestó que no mencionaba el número de las ediciones cubanas porque las desconocía, ya que en la patria socialista no necesitaban de su autorización para publicar sus libros, porque “A Cuba se la da, no se le pide”.