lunes, 27 de noviembre de 2017

Un Día en Lamielle (2 de 2)

Por Pedro Taveras. pjtaveras@hotmail.

Lamielle es una Sección Comunal del municipio Cerca-La-Source, Departamento Central en la República de Haití. Está precisamente en la frontera con República Dominicana a la altura del municipio de Restauración; tal como señalamos en la primera entrega de este reportaje, en el que describimos el entorno socioambiental de esta jurisdicción.

Como dijimos anteriormente, esta comunidad es parte del Proyecto Libón Verde, que ejecutan la cooperación alemana, a través de la agencia GIZ; y el Ministerio de Medio Ambiente de República Dominicana, como sede, para proteger la cuenca hidrográfica transfronteriza del río Libón.

En esta entrega presentamos parte de la conversación sostenida con miembros del proyecto, pertenecientes a la  Asociación para el Desarrollo de Lamielle (ADDL), entre ellos Debilma, presidente; y Benardin, secretario; también intervinieron en la misma, varios visitantes dominicanos, entre ellos Oneida,  Encargada de Manejo de Bosque de la Dirección Provincial de Medio Ambiente de Dajabón;  Fátima, dominicana, encargada del proyecto Libón Verde en Lamielle; y Gerónimo Abreu, encargado de incendio del Ministerio de Medio Ambiente de la República Dominicana; así como el Ing. Elino Orthela, haitiano, técnico del proyecto, quien nos sirvió de traductor  del creole al castellano durante todo el recorrido.
 
Continuando con el relato de nuestra experiencia en Lamille, ese día conversamos mucho, todos opinaron cosas interesantes sobre experiencias e interrogantes, mientras hacíamos  un recorrido de 2.5 km bajo un cielo que amenazaba con hundirnos en agua, gracias a las paradas logramos grabar algunas de las charlas que reproducimos en esta entrega.

La experiencia de  Lamielle están contenidos en nueve documentos breves y pedagógicos (hojas divulgativas) sobre: los Centros de Acopia de Residuos, Construcción de Viveros Locales, Construcción de Zanjas de Infiltración, Labranza Mínima, Reservorios, Trinchos Vivos, Aboneras, La Germinación de Hortalizas, y Casas de Cultivos; pero recorrer sus caminos, ver la transformación de su paisaje y  escuchar los relatos de sus habitantes es una vivencia única.

Gerónimo Abreu preocupado por la situación que podrían crearse en la época de incendios que se avecina preguntó.- ¿En el tema de incendio, han pensado en algunas labores?-.

-Debilma: El único medio que tenemos es utilizar las ramas.

-Gerónimo: Se pueden plantar especies que sirvan para cortar el fuego

-Benardin: Nosotros queremos que usted nos ayude con ideas.

-Gerónimo: Pueden hacer un área piloto, para que puedan conocer cómo se combate el incendio. Puede ser un área pequeña.

Se acordó en ese momento de trabajar ése componente y realizar un taller básico sobre incendio antes de enero, de 5 horas, que le permita conocer algunas técnicas de prevención y combate del fuego (manejo); aprovechando que la literatura de instrucción ya está traducida al creole.

Benardin dijo que como dirección de ADDL le agradece la disposición del Ministerio de ayudar, porque ellos como organización tienen el propósito de ampliar más las áreas del proyecto para lograr que no haya diferencia de bosque entre el lado haitiano y el de República Dominicana.

El medio ambiente no tiene frontera política, aunque sí los recursos naturales, ya que estos están dentro de todas las jurisdicciones y por tal razones es responsabilidad de todos los habitantes de un país velar por el buen manejo de los mismos. Es  una responsabilidad territorial.

Dominicana con sus bajas y altas tiene mucho que ofrecer al lado haitiano por su experiencia acumulada en las dos últimas décadas de trabajo y de políticas en la materia, las cuales se han fortalecido por la posición mostrada por Francisco Domínguez Brito,  actual Ministro, quien en reiteradas ocasiones ha dado muestras de solidaridad y hace reclamo a la comunidad internacional para extender la mano hacia la otra parte de la isla en materia de medio ambiente. “Para nosotros es esencial ayudar a Haití, somos una solo isla, ayudar a Haití en términos medioambientales, es ayudar también a la República Dominicana”[1]  

Cuando uno llega a la zona y camina por el horizonte observa como emerge la roca madre en el territorio haitiano, en seguida reflexionamos en silencio: cómo es posible que siglos de destrucción de los recursos naturales se pare de repente y comience a cambiar?

Es un acto revolucionario, es parte de un cambio radical de ellos mismos:

“Cuando comenzó el proyecto la gente dijo yo voy a dar lo mío, a poner mi tierra en el proyecto, porque es una roca y no voy hacer nada con eso”, según relata Debilma, para indicar la lógica que dio origen a que más de 300 hectáreas  de doce propietarios se vayan repoblando de árboles con la regeneración natural y la reforestación en medio de un  “desierto”, como ellos definen esos suelos.

¿Cómo se logra esto entre tanta desolación e ignorancia?

“Se trabaja en convite¨, dice Debilma y continúa: “Mucha gente no quiso trabajar como voluntario y luego cuando vieron los resultados se acercaron a la organización. Al principio decían como vamos a trabajar como voluntarios todos los días, era imposible, tampoco un solo día a la semana era lo suficiente, se acordó trabajar tres días a la semana, en tres grupos: unos el lunes, otros el miércoles y viernes”

“A partir del 2012 comenzamos a sensibilizar la gente de la zona y ya podemos pasar días caminando en la tierra que tenemos en proyecto. Ya tiene bosque, donde éste  señor, Eligen Retilus que vemos aquí, -señala-, tiene bosque como si fuera República Dominicana y sabe que pueden ganar muchísimo cuarto; aquí está, este señor William  Joachin, ya hizo raleo para que el pino pueda crecer mejor, cortando con un sistema de manejo”.

Ya tienen cinco años trabajando así.

Apelando al recurso bíblico Debilma hace una cita donde dice: “el pueblo está sufriendo por desconocimiento, aunque muchas veces es por  hambre, también. Pero la falta de conocimientos lo lleva a destruir todo. No saben lo que están haciendo”. (El viento no dejó oír cuál es el autor bíblico de la frase)

-Aquí –explica-, era un desierto  con algunos pinos madres o padres, no sé cuál es el que produce, si, fueron los que se quedaron. Muchas veces la gente hace las cosas para destruirse  a sí mismo y no garantizan nada en el futuro. Esto era como un desierto. El fuego destruía todo y los arboles no podían desarrollarse bien.

-Benardin: Aquí pueden observar el espacio sin límites, pero todo tienen un espacio de tierra, no es como República Dominicana que puede ser tierra del Estado,  aquí cada quien tiene un pedazos.”

 -Oneida: ¿Cuándo hicieron el raleo en el 2014 en esta parte creo, o allá, tuvieron ustedes algún beneficio económico?

-Benardin: El primer beneficio que tiene es que la gente cortaba con hachas y dejaban pedazos como de metros que se perdían. Ellos ya aprendieron cómo lo cortan, la distancia que hay que dejar entre los pinos,  el uso de una motosierra para que no pierda nada”.

-Fátima: ¿Pero vendieron trozas?

-Benardin: Si.

-Oneida: ¿Dónde vendieron la madera, como fue la comercialización?

-Benardin: Aquí utilizamos los postes para los huertos y es beneficio para ellos. El producto se utilizó locamente.  Se vendió una parte, no se va a cortar todo, se busca beneficiarse para que el bosque se quede bosque. Ahora tenemos la necesidad de herramientas para manejo, ya el conocimiento lo tenemos.
  
-Oneida: Cuando manejamos el bosque, del bosque sale todo. Ya vemos que plantaron en 2012 y 2014 y se ven plantaciones de 5 y 3 años. A los 7 años ya tienen madera de comercialización y con esto pueden adquirir sus herramientas.

Le pregunté a Benardin: ¿Qué hacen  para proteger los arbolitos de los animales y de la gente que se los puedan robar para madera, como ese que vemos cortado?.

-Benardin: La estrategia  que estamos utilizando son brigadas que formamos y están vigilando; no hay mucha  presencia del Estado. Se toman los animales que están en el bosque y el dueño tiene que pagar  150 gules por los daños que hace el animal; participan todos los miembros de la organización, aunque no sean propietarios.

-Benardin: Agradezco mucho a ustedes su presencia, espero que puedan ver en el futuro el fruto de este trabajo, que vuelvan  a ver lo que falta por hacer, para tener a Lamielle con bosques como si fuera República Dominicana.

Fotos: PedroTaveras






[1] Domínguez Brito aboga en la ONU por ayuda en medio ambiente para Haití. Diario Libre. 06 de junio del 2017.5:50 pmwww.facebook.com/pedroj.taverasa

lunes, 13 de noviembre de 2017

Un día en Lamielle (1 de 2)

Por Pedro Taveras (pjtaveras@hotmail.com)

Lamielle es una Sección Comunal del municipio Cerca-La-Source, Departamento Central en la República de Haití. Está precisamente en la frontera con República Dominicana a la altura del municipio de Restauración.

Esta comunidad es parte del Proyecto Libón Verde, que ejecutan la cooperación alemana, a través de la agencia GIZ, y el Ministerio de Medio Ambiente de República Dominicana, como sede, para proteger la cuenca hidrográfica transfronteriza del río Libón, con el objetivo de regenerar las áreas deforestadas, estabilizar las áreas amenazadas por la degradación e incentivar prácticas sostenibles de aprovechamientos de los recursos naturales de dicha cuenca.
 
Hidrográficamente sus aguas drenan al río Libón, una subcuenca importante del río Artibonito. Libón nace en los municipios de Carice y Mont Organisé, en el Departamento Noreste; tiene 403.82 kilómetros cuadrados, de los cuales 167.12 están en el lado dominicano donde se encuentra con el río Artibonito, constituyendo este último la cuenca más grande de la isla.

Lamielle, como sección comunal, tiene 76 localidades  con una población estimada de 14,857 habitantes, incluyendo a Tilori donde se encuentra el mercado principal de la zona, según los diagnósticos participativos de 2011 realizados para el Proyecto,[1].

La población de la Lamielle es joven en más de la mitad, observándose a simple vista, frente a las viviendas, la composición demográfica de la familia.

Las vías  principales de acceso están en malas condiciones, transitadas solo por vehículos 4x4 que sean altos; las demás vías son veredas para transitar a pie, en animales y algunas en motos.
A lo lejos vimos el local de una escuela de excelente infraestructura; los demás centros escolares son pequeños locales y en muchos casos son carpas en precarias condiciones. Por la carretera principal se ven transitando estudiantes con diferentes  uniformes representando los colores de las instituciones públicas y otros las privadas.

En la Savanne de la Place y en Maguanne, dos de los parajes donde se trabaja con el proyecto, se observan obras de infraestructura para la producción sostenible, como son los reservorios, zanjas de infiltración que evitan la erosión, casas de cultivos, crianzas de aves y caprinos en corrales, viveros de frutales.  Visitando parcialmente las áreas pudimos observar los avances de la  reforestación y la de regeneración natural del pinus occidentalis o pino criollo.

La comunidad de Lamielle del  2012 es distinta a la que se observa hoy día, ya  que en tan solo 5 años se pueden observar impactos positivos en el paisaje debido a las acciones del proyecto, lo que se traducirá en bienestar social para sus pobladores, como ellos mismo lo manifiestan.

El  impacto social del proyecto en esta  comunidad es materia para una visita más prolongada, debido a que en esta ocasión nos limitamos a observar el crecimiento de los arbolitos sobre la roca madre que afloran en los suelos lavados por la labranza y la lluvia de las últimas décadas.
 
Ya se han hecho aprovechamientos de pinos en la zona de regeneración natural de 300 hectáreas, debido a que la densidad lo exigía, lo que ha motivado a la gente a cuidar los arbolitos que van naciendo y a reforestar áreas abiertas sin posibilidades de regenerarse.

Fue oportuna la visita ese día del señor Gerónimo Abreu, encargado de incendio del Ministerio de Medio Ambiente de la República Dominicana, quién hizo importantes sugerencias preventivas  y manifestó la disposición de la parte dominicana de seguir apoyando a Lamielle en el combate de incendios forestales.

Fotos Pedro Taveras




[1] Cooperación Alemana (2015).  Sección Comunal Lamielle (Una historia para ser contada)

sábado, 8 de abril de 2017

A Justo 20 años

Por Pedro Taveras

Voluntarios bajan sudorosos después de una jornada de reforestación en una microcuenca del rio Maimón en Juan Adrián, cuenca alta del rio Yuna, provincia Monseñor Nouel. (Foto Pedro Taveras)
Voluntarios bajan sudorosos después de una jornada de reforestación en una microcuenca del rio 
Maimón en Juan Adrián, cuenca alta del rio Yuna, provincia Monseñor Nouel. (Foto Pedro Taveras)
Hace 20 años que la República Dominicana inició un Programa Nacional de Reforestación con el nombre de Quisqueya Verde (1997), después de haber tenido algunas experiencias puntuales positivas en el establecimiento de bosques en lugares como Manabao, y Loma La Sal (1969) en la provincia La Vega; Villa Anacaona (1974) en Dajabón, Loma Novillero (1980) en  Villa Altagracia, y otras acciones que dejaron indicios de que es posible incrementar y proteger la foresta Dominicana.

Domingo Núñez, técnico de reforestación se sorprende al  ver el desarrollo la caoba hondureña plantado en 1998; abraza el  árbol como quien quiere comprobar su existencia  en la propiedad de Esteban Jiménez, Los Rincones, cuenca alta rio Jamao. (Foto pedro Taveras)
Domingo Núñez, técnico de reforestación se sorprende al  ver el desarrollo de la caoba 
hondureña plantada en 1998; abraza el  árbol como quien quiere comprobar su existencia 
 en la propiedad de Esteban Jiménez, Los Rincones, cuenca alta rio Jamao. (Foto pedro Taveras)





El Plan Nacional de Reforestación Quisqueya Verde sirvió de sombrilla para iniciar la ejecución de la reforestación en toda la geografía dominicana; la nación se involucró por primera vez en la labor de plantar millones de arbolitos en zonas deforestadas y al mismo tiempo generar ingresos para las familias más pobres, como establecían sus objetivos.

Las cuencas de los ríos Pedernales, Masacre, Nizaíto, Nizao, Ozama, Higuamo, Yuna, Yaque del Sur y del Norte, Macasías, Boba, Yásica, Jamao, Mao, Artibonito, ven crecer en sus micro-cuencas miles y millones de arbolitos plantados, produciendo agua, madera entre otros servicios ambientales que producen éstos, propagando la regeneración natural y el fortaleciendo de los montes de riberas de incalculable valor para la biodiversidad dominicana.

Actualmente el gobierno dominicano ha incrementado el trabajo con la declaratoria, por decreto, del Cuatrienio del Agua y del 2017 como el “Año del Desarrollo Agroforestal” reanimando las acciones de reforestación en las principales cuencas de las regiones El Valle y Enriquillo, que por razones estratégicas, socioeconómicas y condiciones climáticas exigen más trabajo, sin detrimento de las demás regiones del país donde también se llevan a cabo acciones contundentes, y con resultados hermosísimos.

Las plantaciones forestales a la que hacemos referencia han estado distribuidas anualmente de la siguiente manera:


Plantaciones Forestales 1997-2016
Año
Total de Árboles Plantados
Superficie Plantada (Ha)
1997
3,743,470
2,353
1998
3,789,674
2,382
1999
8,167,654
5,134
2000
8,749,315
5,499
2001
7,047,555
4,430
2002
7,530,718
4,733
2003
11,379,808
7,153
2004
6,633,008
7,693
2005
6,461,304
7,715
2006
5,990,488
6,868
2007
4,536,110
5,328
2008
6,412,541
7,269
2009
7,011,119
8,251
2010
9,791,707
5,654
2011
10,663,146
7,781
2012
10,922,957
12,981
2013
12,353,222
14,126
2014
9,890,283
11,055
2015
9,574,087
11,201
2016
9,221,884
11,062
Total
159,870,050
148,667
                                                             Fuente: Dirección de Reforestación






A pesar de que en el 2003 se plantaron más de 11 millones de arbolitos, esto no se refleja significativamente en la superficie sembrada, por haberse utilizado un  marco de plantación de 2m x 2m en las plantaciones de Acacia mangium, de lo que fue el gran proyecto de Comadreja, Monte Plata.


Reunión de trabajo en Loma de Cabrera con los responsables de la reforestación en las  cuencas altas  de los ríos Guayubín y Masacre. Nótese que son 8 mujeres incluyendo a la directora provincial, la técnico de reforestación y las responsables de brigadas. Las féminas como tomadoras de decisiones en el día a día de la reforestación. Provincia Dajabón, 20016. (Foto Juan Guzmán)


Reunión de trabajo en Loma de Cabrera con los responsables de la reforestación en las  cuencas altas  de los ríos Guayubín y Masacre. Nótese que son 8 mujeres incluyendo a la directora provincial, la técnico de reforestación y las responsables de brigadas. Las féminas como tomadoras de decisiones en el día a día de la reforestación. Provincia Dajabón, 20016. (Foto Juan Guzmán)
De derecha a izquierda: Ramón Escarramán, un icono de la reforestación desde los tiempos de la Dirección General  Forestal, “La Foresta”, Estervina, capataz de la brigada Guarey-Guanabano; y quien escribe, Pedro Taveras, en un momento de descanso de regreso de La Llovedera, parte alta de Loma Miranda, cuenca alta del rio Camú, provincia La Vega. (Foto Rubén Alonzo)



De izquierda a derecha: Ramón Escarramán, un icono de la reforestación desde los tiempos de la Dirección General  Forestal, “La Foresta”, Estervina, capataz de la brigada Guarey-Guanábano; y quien escribe, Pedro Taveras, en un momento de descanso de regreso de La Llovedera, parte alta de Loma Miranda, cuenca alta del río Camú, provincia La Vega. (Foto Rubén Alonzo)

lunes, 20 de marzo de 2017

La Cogestión en la Reforestación

Por Pedro Taveras (pjtaveras@hotmail.com)




El señor Rafa Almonte ha reforestado por cogestión en Jaiquipicao,  La Cuesta de  Sajoma, Santiago; tiene sembrados 14,500 cedros que combina con crianza de ganado con técnicas dignas de observación, ya que los animales no estresan  a los arbolitos.  Rafa  con mucho entusiasmo  manifestó: “Si hubiera conocido de este apoyo antes, a esta hora tuviera sembrada hasta la cocina de mi casa”.

La cogestión es una de las maneras de llevar a cabo el Programa Nacional de Reforestación en la República Dominicana y consiste en la integración por parte del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de los propietarios u ocupantes de terrenos, organizaciones no gubernamentales, municipalidades e interesados en reforestar, asumiendo éstos los costos de preparación de sitios, plantación y mantenimiento de los arbolitos.  

 Desde que se inició del Programa Nacional de Reforestación (1997) esta modalidad ha permitido que millones de árboles sean plantados  por gestión de los interesados en todo la geografía dominicana; hoy son proyectos bellísimos y motivadores para continuar reforestando.

Los propietarios u ocupantes de terrenos que están interesados en plantar deben hacer sus solicitudes en las oficinas provinciales o municipales del Ministerio de Medio Ambiente o en su sede principal, suministrando las siguientes informaciones: cantidad de tareas a reforestar, especies de árboles preferidos, lugar donde se plantarán (sección, paraje, municipio) y teléfono del interesado para que se le pueda localizar.

El Ministerio apoya con la donación de las plantas mediante una orden de retiro del vivero más cercano,  asesoría de un técnico local que brinda las orientaciones pertinentes y canaliza, a partir de uno o más años, el certificado de plantación con derecho al aprovechamiento; quedando abierto un canal de intercambio entre el propietario y el Ministerio de Medio Ambiente para ampliar compromisos entre ambos.

La reforestación por cogestión es una manera participativa y responsable de la producción sostenible de bosques y requiere mucho trabajo social para la concienciación, establecimiento de confianza y compromisos entre el Ministerio de Medio Ambiente, quien dona las plantas y da asesoría (en caso de que requiera esta última), y los interesados.



El Señor Mario Méndez ha reforestado por cogestión en La Lista, Cabral, Barahona; tiene una hermosa plantación de caobas criolla y  hondureña con más de 10,000 árboles.  El señor Mario  expresó: “En este lugar donde solo crecían piedras y se erosionaba  la finca,  hoy crecen  estas  caobas y se regenera el suelo, gracias a un esfuerzo entre el Ministerio de Medio Ambiente y yo como productor”  



martes, 31 de enero de 2017

La Navisa, donde los “árboles dan mejores resultados”

Por Pedro Taveras 
(pjtaveras@hotmail.com)

La loma La Navisa conocida también como  Loma Juan Bosch, antiguo terreno que servía de pasto al fuego periódico, más que al ganado, hoy se encuentra  repoblada  por árboles de diferentes especies en pleno crecimiento, que se pueden observar con tan solo llegar allí, dando los beneficios ambientales y económicos ideales para el desarrollo sostenido de la zona.

Esta loma es de una extraordinaria belleza escénica, desde su cima a 600 msnm se ve el nordeste y sureste del país, constituyendo un lugar estratégico para las telecomunicaciones; allí, además, confluyen los municipios de Cevicos y Cotuí, con tres poblaciones pequeñas: los parajes La Llanada, de la sección Chacuey  Maldonado, Cotuí; Palmar y Arenoso, de Cevicos, de la provincia Sánchez Ramírez, donde funcionan tres brigadas de reforestación, compuestas por 10, 9 y 7 integrantes.

De estas comunidades se han beneficiado 88 propietarios, u ocupantes de terrenos, con cerca de un millón de arbolitos plantados desde el 2004, año en que se iniciaron los trabajos de reforestación por parte de la Dirección de Reforestación  del Ministerio Ambiente.

“La gente está motivada a sembrar, quiere seguir sembrando su tierra que no sirve para mucho.  Los árboles dan mejores resultados que la agricultura,  porque esto es loma, y para hacer agricultura hay que tumbar y eso está prohibido”, dice Ramón Paulino, presidente  de la Asociación de Agricultores San José Obrero del paraje  La Cooperativa de Cevicos y supervisor de las brigadas.

Se han plantado  8,229 tareas de arbolitos de pino, caobas criolla y hondureña, cedro, y cacao en Arenoso y Palmar; entre los propietarios de terrenos beneficiados se encuentran Teófilo Moreno, presidente de la Asociación de Parceleros San Ignacio de Sabana de Río; miembros de la Asociación de Agricultores Santa Eduviges de Palmar; humildes campesinos y campesinas como Masanta Marte, quien fuera capataz de la brigada de la Llanada y activista social,  Andrés Guzmán y José Ramón, entre otros, quienes se sienten muy contentos al ver reverdecer su terreno que antes estaban improductivos.

Mientras que en la zona de Palmar se ven crecer los arbolitos en los terrenos de Presbiterio Lora, Rafaelito Lora y Cornelio Lazala, entre los 34 beneficiados de la comunidad.

 La Navisa actualmente cuenta con más de ocho mil tareas plantadas de árboles que también benefician a los bosques de galería de los arroyos Lisan, Granal, Arenoso, Colorado, La Zumbadora y más de siete cañadas sin nombre, que enriquecen las aguas de los Ríos Payabo y Cevicos, importantes afluentes del río Yuna.