Tras los muros la muerte
Por
Alexandra Maldonado
Los
barrotes oxidados hablan de la cercanía del Mar, medio de sustento de muchos de
los moradores de Gringo en Haina; pero quien les da vida también los puede
matar, sólo bastaría un sismo de 8.5 en la lejana Fosa de los Muertos, para que
la furia de esta inmenso hábitat marino levante sus implacables olas y arrope
la comunidad.
Las
hondonadas de las calles son el rastro de las crecidas de la Laguna Ñagá, con una longitud total de 1,121.7 metros ,
ubicada en Los Bajos de Haina hasta llegar al mar, y donde convergen aguas
residuales de varias comunidades y de otras cañadas, aumentando su peligrosidad.
El
Gris del Cielo y la humareda del ambiente cuentan la historia de un asesino
silente que corta la respiración de ancianos y niños y que nubla la visión de
los dueños de empresas que no ven más allá de sus bolsillos y que ignoran los
estragos de la contaminación o la velan con empleos pírricos para los
habitantes de la comunidad que destruyen lentamente.
A Julio César no le importan las bacterias o enfermedades que puedan degenerar por su transitar cotidiano por la Laguna Ñagá “eso se quita con cloro”, en esas aguas putrefactas está parte de su sustento de vida, de allí extrae los gusarapos que servirán de alimento a los peces que cría acuarios artesanales que le permiten llevar el pan de cada día a su familia.
A
Doña Flora le mortifica la contaminación por la quema constante de basura, pues
aunque los camiones pasan dos veces a la semana a recogerla su destino final es
la cañada, sumando a la destrucción del medioambiente los daños colaterales del
lento deterioro de la salud de los habitantes de Gringo.
“Vivimos
porque Dios nos ha permitido que respiremos, pero no porque este sea un lugar
apropiado para vivir”, reflexiona doña Flora.
“Si
las autoridades no disponen de un proyecto para limpiar las cañadas cualquier
cosa puede ocurrir”, asegura esta mujer que ha vivido toda su vida en la Comunidad.
Muchas
familias viven debajo de los rieles por donde transitaban antiguamente los
vagones de caña del antiguo Ingenio Río Haina: un par de días de lluvias bastan
para que este lugar se inunde, entonces viene el desasosiego, por las pérdidas
materiales y por casi ver de frente la cara de la muerte.Rafael Campusano, coordinador de la Junta de Vecinos, recordó que donde hoy se encuentran los barrios Kilómetro 17, 18, El Gringo, El Bagazo, Ñagá, Los Mangos, Vietnam, Barrio 31 de Agosto y Los Platanitos era una zona “Virgen”, despoblada, donde había una laguna con aguas azufradas que servía de balneario y recreación a los habitantes de Gringo y otras comunidades de Haina, posteriormente Rafael Leónidas Trujillo construyó casas muy bonitas, donde los ejecutivos del Ingenio Azucarero pernoctaban durante los días de trabajo.
“La
gente no está preparada para afrontar una situación de desastre”, afirmó
Domingo Benítez, representante de la Defensa Civil en el Municipio de Haina “…a
esta comunidad le urge un sistema de alerta temprana que les permita prevenir a
la población de la inminencia de una catástrofe.”
Es
por eso que representantes de varias instituciones públicas y privadas; así
como de iglesias y ONGs se han sumado al proyecto “Acciones que Salvan
vidas", que trabaja desde el año 2015 en la instalación de un
Sistema de Alerta Temprana (SAT), herramienta para alertar y preparar a las
comunidades ante cualquier amenaza de un
tsunami; mejorar la capacidad de respuesta y fortalecer la resiliencia de las comunidades
e instituciones frente a sismos y tsunamis en la costa Sur de la provincia San
Cristóbal;
así como la creación de comités municipales de prevención, mitigación y
respuesta (CMPMR), especialmente en las
comunidades de Bella Vista, Gringo y el kilómetro 18 del Municipio de Haina.
“Acciones que salvan vidas" es ejecutado
por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Instituto de Acción
Comunitaria (IDAC) y la Asamblea de Cooperación por la Paz (ACPP).
A
este plan, liderado por Elieser Matos Vargas,
Técnico en Proyectos de
Desarrollo, Experto
en Gestión de Riesgos y consultor de UNESCO, también se han sumado los Comités Municipales
de Prevención, Mitigación y Respuesta de los municipios de San Cristóbal, Bajos
de Haina, San Gregorio de Nigua y Sabana Grande de Palenque.
Uno
de los resultados tangibles de este proyecto es la creación del Equipo de Prevención,
Mitigación y Respuesta de Riesgo “Acción Tsunami de Haina”, que ya cuenta con
una sólida estructura para funcionar ante cualquier catástrofe.
Ante
tantos muros que saltar “Acciones que salvan vidas" constituye la escalera que les permitirá
cruzarlos sin fallecer en el intento.

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