lunes, 7 de enero de 2008

ENERGÍAS ALTERNATIVAS EN REPÚBLICA DOMINICANA

Pedro Taveras
No podemos gastar nuestra inteligencia en buscar soluciones al problema energético a partir de la importación de combustibles fósiles, ni siquiera en eso de generar energía eléctrica a partir vapor con carbón (no tan alternativo como nos lo presentan), cuando tenemos el cálido sol, la brisa que nos refresca y las fuentes de agua que bajan de nuestras montañas.
En días pasados leí la conferencia del ingeniero Antonio Almonte, hasta el momento de escribir este artículo director ejecutivo de la Comisión Nacional Energética (CNE), pronunciada en la Cámara Americana de Comercio en julio pasado, y me sorprendió el hecho de que siendo esa Comisión la “principal institución del Estado en materia de políticas, normativas y promoción de inversiones en el sector...,” no hiciera referencia al potencial que tienen nuestros recursos naturales para la producción de energía limpia, más cuando esos planteamientos son “.. . el resultado de un gran esfuerzo intelectual colectivo desarrollado a lo largo de meses de estudios, consultas, debates y reflexiones”. Dicho esfuerzo contiene “... las recomendaciones de consultores internacionales, técnicos nacionales, empresarios, y ejecutivos del sector eléctrico dominicano.”(Listín Diario, sección D, Pág. 3. viernes, 6 de agosto de 2004. cursivas mías, pt).
Si se hacen grandes esfuerzos para buscar soluciones al problema eléctrico, ¿por qué no se habla de las alternativas que nos dan los recursos naturales a corto y largo plazo?
Cabe reconocer que la pieza del ing. Almonte fue una buena exposición con más de 80 párrafos, los cuales recogen el pensar de uno de los sectores que tienen en sus manos la cuestión energética en Dominicana, sobre todo lo referente a la electricidad; pero mi preocupación -que no es la de un técnico del sector eléctrico, sino la de un ciudadano común-, es conocer el porqué la energía eólica, solar e hidráulica no se ha puesto en primer plano como tema de la nación.
He conocido los beneficios de la energía limpia y las experiencias de otros beneficiados en Dominicana y otros países, mas me llama la atención la ausencia de una cultura ambientalista entre los que dirigen el sector eléctrico en esta tierra de Dios.
Creo que los técnicos dominicanos, por su nivel académico y erudición en la materia, conocen a profundidad el potencial de nuestros recursos naturales para la generación eléctrica, pues por un lado tenemos muchos aficionados en la materia e iniciativas comunitarias con logros más que aceptables de los beneficios que ofrecen los recursos viento, agua, sol; sólo basta pasearse por nuestras montañas, por algunos poblados apartados de nuestros centros urbanos, para conocer experiencias de generación eléctrica a partir de los recursos renovables de nuestra patria, que proporcionan soluciones familiares y comunitarias (de 0.05 Kw a 75 Kw) y la mega generación hidráulica del Estado que ofrece alrededor de un 20% de la energía que consumimos.
La conferencia, cuyo contenido y forma no cuestionamos, expone, entre los factores de preocupación, el “incontrolable aumento del precio del petróleo y la perdida del valor del peso dominicano.” (ibidem. Cursivas mías, pt). Sin embargo tan importante conferencia no asume la energía alternativa como parte de las posibles soluciones al problema eléctrico.
Si de energía alternativa se habla en esa intervención, es sólo cuando señala la generación por vapor con carbón, que no es limpia, ni renovable y que, además, atenta contra el medioambiente. Aparece el concepto generación hidroeléctrica perdido en una sábana de letras con más de 85 pulgadas a cinco columnas del citado matutino. Si no tenemos petróleo ni dólares ¿para qué insistir en la cuestión de generación de electricidad sobre la base del petróleo u otras formas no renovables?
¿Cómo es posible que se inviertan cientos de millones de dólares cada año en el sector energético, cuando en el país no podemos encender un bombillo o un abanico, ni poner en marcha una empresa productiva o de servicio sin que esto implique grandes costos adicionales?.
Cada día los acontecimientos que suceden en el mundo nos alejan de tener energía barata. Si en el ambiente mundial se auguran guerras y calamidades habrá problemas derivados de estas; por el contrario, el acceso al mercado petrolero para nosotros se empeoraría si aumenta el nivel de vida de la población mundial, sobre todo de la China continental, donde se vislumbra un crecimiento económico sostenido, apareciendo hábitos de consumos al estilo occidental en sustitución del ascetismo maoísta.
La energía como capacidad de transformación de un pueblo es la manera de los seres humanos perpetuarse como tales y de crear y/o asimilar las tecnologías que permiten erigirse como cultura; si dependemos de la capacidad ajena nos conducimos hacia un callejón sin salida, al amparo de lo que nos dicte otro; en cambio, si usamos nuestra capacidad nos perpetuamos como nación.
La nación dominicana lo tiene todo por delante, sobre todo unas autoridades que entre sus posiciones programáticas tienen como objetivo “fomentar el uso de energías alternativas y discutir y aprobar de manera consensuada una política para el subsector”, lo que fue reiterado en el discurso de la toma de posesión del Presidente Leonel Fernández, quien subrayó la importancia que reviste la energía limpia para el país.
LA ENERGIA SOLAR
Cuando todas las mañanas abrimos las puertas de nuestras casas y vemos caer los rayos del sol, en ese momento estamos recibiendo energía solar; cuando ponemos una cubeta de agua al sol para que su temperatura aumente algunos grados y luego usarla en el baño; cuando tendemos la ropa, o salimos a calentarnos bajo el sol, estamos aprovechando la energía solar térmica. Esa energía también la podemos transformar y con ella hacer grandes cosas como si fuera un acto de magia: como, por ejemplo, convertirla en energía eléctrica y ver televisión; utilizar un radio receptor, transmisor, cocinar, mover una industria, y hasta mover un auto, sus usos son fenomenales.
La energía solar es una fuente energética inagotable a escala humana, sin la cual no habría vida en la forma que conocemos, sobre todo la animal y la vegetal; podemos aprovecharla de manera natural en los océanos, en las plantas, en la atmósfera.
Esta noble energía se convierte en eléctrica mediante colectores solares (módulos fotovoltaicos).
Imaginemos una superficie equivalente a la mesa del comedor de una casa, que podría ser la de cualquier campesino, que tiene cuatro sillas (más o menos un metro cuadrado), esta superficie expuesta al sol recibiría 1kw/h, si cubriéramos dicha superficie con paneles solares con la actual tecnología de rendimientos de los paneles que ronda entre un 14% a 16% de la energía recibida, tendría disponible una potencia de 0.14kw/h a 0.16kw/h, que serviría en este momento para satisfacer el 90% de las necesidades de esa casa. Imaginemos una tarea (628 m2) cubierta por paneles solares tendríamos 88kw/h a 100kw/h energía para más de 100 viviendas; es decir, todo un pueblo.
LA EXPERIENCIA DOMINICANA
La experiencia con esta energía renovable es la más común en la República Dominicana, con una satisfacción de más de un 90% de las necesidades de los usuarios. Aporta miles de soluciones eléctricas a hogares, policlínicas, escuelas, acueductos, oficinas y un sin número de unidades de telecomunicaciones en toda la geografía nacional. Hay poblaciones enteras que satisfacen sus necesidades familiares y comunitarias con energía solar, como son los casos de Guayajayuco, provincia Elías Piña; de la Sierra, Dajabón, Santiago Rodríguez, el Seibo y Barahona, entre otras.
El territorio de esta media isla es propio para instalar sistemas solares de gran eficiencia.
Es lamentable que para muchos el panel solar ha sido visto únicamente como la salida a la falta de electricidad que tiene una familia pobre que habita en un lugar apartado de nuestra geografía, apadrinado por una ONG o por la iglesia, cuando no el gobierno. Craso error, ya que lo ideal sería ampliar la cantidad de paneles solares en por lo menos 10 mil nuevas instalaciones por año, cuestión que se llegue a todas partes e ir reduciendo lo que se puede consumir por la generación de las plantas que desangran la nación con la fuga de divisas y la contaminación del medio ambiente.
En los centros urbanos hay personas que han combinado el deficiente sistema eléctrico nacional con la colocación de paneles solares. “Me levanto y veo el bombillo verde prendido, es la señal de que el panel está mandando carga a la batería, ya puedo prender el abanico, lo que antes no podía hacer, el panel carga las baterías sin haber luz.”, comentó un ingeniero que ha montado un pequeño panel en su hogar del sector Invivienda de Santo Domingo para ayudarse, ante la incompetencia de las empresas eléctricas cuando no satisfacen la demanda eléctrica de su familia, ni de la población en general.
Las nuevas autoridades de la nación deben prestar atención a la cuestión solar, para que la gente pueda ir incorporando en su hogar, en los centros de trabajo y de servicios un porcentaje de la energía que consumen por autogestión.
LA ENERGIA EÓLICA
La energía eólica es aquella energía que produce el viento a partir de su movimiento(energía cinética) Esta energía es convertida en energía mecánica mediante un conjunto de aspas(turbina eólica) las cuales ponen en marcha un generador incluido en el sistema que convierte la energía mecánica en energía eléctrica.
Esta energía finalmente nos puede cargar las baterías en nuestro hogar y en grandes emplazamientos se pueden conectar a la red nacional para aportar al sistema de generación de cualquier país.
El aprovechar el viento constituye un importante aporte al desarrollo de la humanidad cuando, gracia a él, aparece la vela uno de los grandes inventos tecnológicos de las culturas dominantes en momentos históricos que ha vivido la humanidad. La vela revolucionó la navegación marítima a grandes distancias y al más bajo costo para la época.
Para obtener electricidad tomamos un generador eólico (aerogenerador) de 1.5m de diámetro, con un rendimiento de 40%, diseñado para que comience a generar a partir de 3m/s de una corriente de aire que podemos encontrar en diferentes zonas del país, a esta velocidad del viento tendremos una potencia de salida de uno 11w/h, pero si la velocidad aumenta a 5m/s la potencia aumentaría a 0.53kw/h y si aumenta a 8m/s tendremos unos0. 217 kw/h .
Podemos tomar un trozo de pino chileno (entre las maderas del mercado es la más recomendada), una volanta, un poco de alambre de cobre, (el calibre depende de la capacidad del generador que quiere construir) hacer unas cuantas bobinas, un poco de trabajo y construimos un aerogenerador que colocado en un lugar donde el viento alcance los 3 m/s comenzamos a generar electricidad capaz de satisfacer las necesidades parciales o totales de una o más familias dominicanas.
Pero una de las limitantes de la energía eólica es que sólo aprovechamos un 59%, aproximadamente, de la energía del viento, por lo que el rendimiento real de un buen eólico artesanal está entre el 30 y el 40 %. En el mercado internacional encontramos, desde el micro generador de 0.2 kw/h a 2000 kw/h.
No me desmienten los diversos proyectos que se mueven por energía eólica en nuestro país. Como parte del Malena Radio Club, doy testimonio de dos repetidores, incluyendo el de los bomberos francomacorisanos, localizados en la cordillera septentrional, utiliza la energía de dos eólicos y dos paneles, para un sistema de recepción y transmisión de cuatro radios y un quinto aparato de enlace que se mantienen encendido las 24 horas.
Así como nosotros existen otros beneficiados de esa energía limpia.
LA EXPERIENCIA INTERNACIONAL
Todo el que visita la zona de Tilaran, Costa Rica, observará parques eólicos que generan decenas de mw/h para consumo de la nación centroamericana.
España para el año 1999 producía unos 394.6 mw, con unos 1555 aerogeneradores en 49 parques eólicos y según la revista Integral. Vida sana y natural, No.230 febrero 99, pág. 14, se estima que, para el 2010, se generaran unos 8,300 mw.
Lo que hacen Dinamarca y Alemania en la materia es digno de difundirse en nuestras tierras donde somos tan escépticos para entender estas cosas.
Sabemos que la energía eólica necesita de condiciones especiales, velocidad del viento que en dominicana no es común (no es el caso de los paneles que se colocan en todas partes), lo que implica más detenimiento, evaluaciones y estudios que a veces no hacemos y cometemos errores estableciendo aerogeneradores donde nos plazca. El mercado está lleno de posibilidades para adquirir estos aparatos.
Esto hasta ahora no se ha incentivado, ¿por qué?
LA ENERGÍA HIDRÁULICA
Es una de las fuentes de energías más antiguas, se ha usado para mover máquinas elementales desde los albores de las tecnologías. Es otra forma de sacar energía limpia del agua que nos baña, la que permite el regadío, el líquido que más abunda en la faz de la tierra. Solo necesitamos agua de las montañas (que deben ser reforestadas).
LA EXPERIENCIA DOMINICANA
Dentro de la energía limpia, la generación hidráulica, es la que hace el mayor aporte al parque energético nacional. Aunque es cuestionada por algunos sectores cuando se trata de grandes generadoras (a partir de 7000 kw/h), los costos económicos y ambientales a largo plazos son positivos, sobre todo, en aquellas generadoras pequeñas y medianas.
En la actualidad tenemos una mega generación hidráulica de alrededor de un 20% de la que se ofrece a la nación y está en manos del Estado, dejando una micro y pequeña generación, insignificante en cantidad, pero de un gran valor cultural e indicador de la viabilidad de este tipo de energía, al sector comunitario (ONG e iglesia). Conocemos los casos del El Pino del Edén, en Descubierta, Jimaní; Janey en Jánico, Santiago de los Caballeros; Paraíso, Barahona, Los Calabazos, Jarabacoa, así como las existentes en San José de Ocoa y otros que sumándolas todas su generación no llega a un mega. Cabe destacar las 10 ó 12 micro hidroeléctricas de 0.2 kw/h a 0.5 kw/h (200 w/h a 500w/h) que tienen los campesinos de los Dajaos, Jarabacoa; todas de altas satisfacción para los usuarios; algunas (El Pino, Janey, Ocoa) con más o menos 20 años de trabajo, con algunas interrupciones por causas de mal manejo gerencial.
El Estado debe incrementar la inversión en esta forma de generar electricidad, porque tenemos las aguas, tenemos los desniveles (saltos), también podría incentivar al sector privado para que invierta en hidroeléctrica, en pequeñas generadoras de 1, 2, 3 Mw. Una micro hidráulica de 0.2 kw/h (200 w/h) puede costar unos 700 dólares en el mercado y sería suficiente para una o varias familias, y una de 10 kw/h menos de 6000 dólares, suficiente para satisfacer la demanda de unas 20 o 30 familias en el campo. Con lo que se compran cincuenta carros de lujo, de esos que andan molestando en nuestras calles, se hace una hidroeléctrica o varias hidroeléctricas capaces de resolver la situación energética de cualquier pueblo o aportar los megas que necesita el país para estar prendido como un arbolito.
Perdonen si peco de tonto.

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