Por Pedro Taveras
Montecristi nos da una perspectiva de un mundo poco conocido; le invito
a pasearse por sus amplias avenidas, por sus calles adornadas con casas con diseños que nos hablan de su
activismo económico y político, y que nos rememoran en sentido del Hombre y el espacio, los escritos de Martí en su revista La Edad de Oro: “La Historia
del Hombre contada por sus casas” dirigido a los niños.
Bustos de Máximo Gómez y José Martí |
Montecristi o
"Monte de Cristo", como lo llamó el Almirante Cristóbal Colón cuando
visitó la zona, es un hermoso lugar donde puede conocer y disfrutar parte de la
historia del Caribe y una impresionante naturaleza, debido a su estratégica ubicación y a los
ecosistemas que caracterizan a esta
Provincia.
Por
esta hermosa localidad podemos conectarnos
con Haití y Cuba, así como con el resto del mundo, por las aguas oceánicas del
Atlántico; en el pasado, cien años después de la llegada de Cristóbal Colón a
esta tierra, se convirtió en un importante centro comercial del Caribe, donde los
europeos, al margen de España, contrabandeaban ganado y cueros, lo que dio motivo al gobernador Osorio (1606) para destruirla como forma de contrarrestar
un comercio fuera de su poder; con este despoblamiento, junto al de Puerto
Plata, formó la hoy Provincia de Monte Plata,
así intentó mantener absoluto
control del rentable comercio del ganado vacuno y otros comercios.
Casa de Máximo Gómez |
No
se puede ir Montecristi sin visitar la casa de Máximo Gómez, El
Libertador de Cuba, El Napoleón de Las Guerrillas, como intitula el Profesor
Juan Bosch uno de sus libros, ya que combatió, sin perder una batalla, a más de 200,000 mil soldados de
la España Imperial. Máximo Gómez era dominicano y simboliza la Espada solidaria
del internacionalismo revolucionario.
En
esta casa, el 25 de marzo de 1895, José Martí y Máximo Gómez firmaron el Manifiesto de Montecristi ,
que es como el acta de nacimiento de la Independencia de Cuba. Ese mismo día, Martí, fechó en este pueblo una histórica carta a don Federico Henríquez y Carvajal, en
la que dice que reconoce como sus hermanos a todos aquellos que aman su patria,
haciendo reverencia a todos los dominicanos que contribuyeron con la causa de Cuba,
que en este caso incluía desde el presidente Lilis, pasando por grandes
intelectuales hasta llegar al más
humilde ciudadano, como Marcos del Rosario.
El Reloj de Montecristi |
El Reloj de Montecristi es una obra
monumental, instalado en 1895, época en que Martí visitó a este pueblo en su último viaje
a Dominicana, en su interés de hacer lo que él llamó La Guerra Necesaria por la
independencia de su Patria.
Como
mencionamos anteriormente, Montecristi posee grandes ecosistemas naturales protegidos nacionales de incalculables valor biológico y económico. Cerca, en el mismo municipio está
El Morro, Parque Nacional, con una vegetación particular compuesta de arbustos
de diferentes especies, con mínimo crecimiento por las condiciones de
climáticas y de suelo, además de la vegetación de mangles (PN Estero Balsa) y un sistema arrecifal en sus costas (PN Submarino), que nada tiene que envidiar a otras zonas hermosas del Caribe.
El Morro, Parque Nacional |
En
cada diseño, en cada piedra colocada en sus muros, en cada madero, en cada casa
que sobrevive al tiempo y a la indiferencia, guarda un tesoro histórico
ambiental de incalculable valor para el
Caribe insular.
Alguien
nos dijo, al pasar por la Montecristi, procedente de la frontera: tenemos que
venir a pasar dos días solo en esta provincia; para recorrer sus calles, fotografiar
todas esas casas y esperar la madrugada
para salir caminando hacia el malecón, como lo hicieron José Martí y Máximo Gómez
junto a sus compañeros, ya que es una
historia digna de recordar, como también lo hicieron miles de jóvenes al terminar
el concierto de Silvio Rodríguez hace 24 años: marcharon hacia la playa a
esperar la luz del día y en su imaginación vieron salir a los insignes
expedicionarios en remos para alcanzar goleta,
recoger a la espada dominicana y a los ojos luminosos de José Martí. Solo me
quedó decirle a quien me habló: avísame, que seré el primero en regresar.
Venid
a ver a Montecristi!!!
Muy interesante esta breve reseña histórica. Quisiera equivocarme pero temo que pocos residentes de esta cuidad incluyendo estudiantes, conozcan estos detalles
ResponderEliminarExcelente, amigo Pedro, hermosa narrativa. Adelante, abrazos.
ResponderEliminarLa verdad es una de las provincias que mas disfruto y nunca me canso de ir, porque sieto tanta paz espitual en ella, leer esta narrativa me produce paz, gracias pedro
ResponderEliminarYo quiero una casita en Montecristi
ResponderEliminarMe encantó Pedro. No dejes esta tarea maravillosa de contarnos el pais.
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