sábado, 25 de abril de 2020

Las aves desde nuestra ventana (1)

 Por Pedro Taveras (pjtaveras@hotmail.com)


Al Grupo Acción Ecológica y con ellos a todos los ornitólogos (as) que están celebrando 
el  Festival de Aves Endémicas del Caribe, desde el 22 de abril al 22 de mayo 2020.

Foto Pedro Taveras
Desde hace 13 años recibimos, todos los días, la visita de rolitas en el ventanal de nuestra casa, un apartamento ubicado en el cuarto nivel de un edificio de Santo Domingo Oeste.  Las avecillas  comenzaron a frecuentarnos tal vez por la curiosidad de saber qué  podía haber en nuestra habitación o porque en verdad esta zona era su habitad natural, simplemente no es casualidad que estén merodeando los edificios que se han construido en las últimas dos décadas en esta zona; o sea ellas estaban primero que nosotros en las arboledas de Leucaena, Aguacate, Coco, Memiso, Gri Gri, entre otras especies arbóreas y arbustivas del lugar, y posiblemente antes que estos mismos árboles, en tiempo que existían otros árboles.

Foto Alexandra Maldonado
En este deleite de la naturaleza, y  siguiendo el entendimiento de vivir con las antiguas poblaciones de aves del lugar, Alexandra  (mi esposa) comenzó a echarle un puñito de arroz en el marco de la ventana del dormitorio, algo que en principio  no veía bien, ya que las aves podrían acostumbrarse a comer ahí, y los ornitólogos (conocedores de aves) nos habían dicho que  ellas no harían el esfuerzo de buscar su alimentación natural; pero  ella no me escuchó y siguió con sus “amiguitas”.  Luego llegaron los gorriones de la ciudad, quienes se sumaron al almuerzo, aunque a pesar de tener un pico bien fuerte, tipo cotorra, son temerosos de las rolitas cuando éstas abren sus alitas como un gesto de rechazo o de defensa. Nadie se atreve enfrentar a las rolitas.

En verdad en nuestro ventanal y desde él hemos observado petígueres, cuatro ojos, cigüitas, ciguas palmeras, chinchilines, carpinteros, pájaro bobos y otras aves que vienen de manera ocasional y luego no retornan.

En varias ocasiones nuestras amigas, las rolitas, entraron en la habitación, cuando se nos quedaban abiertas las ventanas. Para mi esposa ya hecha “ornitóloga” agarrarlas era un disfrute, a pesar de nuestras quejas; ella que no sabe del marcaje ni de monitoreo de aves,  para saber cuál era la atrevida, le pintaba con esmalte de uñas una pata y luego las liberaba.

Un día llegamos a la casa y entre la cortina y el cristal de la ventana sentimos un ruido raro y cuando nos acercamos es una rolita, la agarramos y la liberamos por el mismo ventanal, era la tercera visita a la casa.   En otra oportunidad llegamos  cansados a la casa, nos tiramos en la cama y al fijar los  ojos en el techo vemos que en una de las aspas del abanico hay una rolita;  una noche encontramos una en la cocina, que la dejamos en la casa  por temor a que chocara al salir en la oscuridad y al día siguiente la vimos volar hasta los árboles.

Nuestras amigas llegan  aproximadamente a las 6:00 de la mañana y, si no hay comida, tocan el cristal. Ante ésta situación decidimos hacer un mal por bien: ponerle comida permanente o por varios días, nos fuimos a una tienda y compramos un comedero de aves.  Han pasado los años y siguen tocando nuestra ventana hasta llegar a tocarnos el corazón.

Fue una grata sorpresa cuando, hace dos años estando en Dajabón,  Alexandra me manda una foto de dos pichones de rolitas en el tronco de una mata de orquídea y me dice “yo riego la orquídea y ella se queda tranquila”, “-no lo vuelvas hacer, no te acerques ni para hacerles fotos”, le sugerí.

No volvimos hacerles fotos y los pichones emplumaron y se fueron.

Al año siguiente, 2019, volvieron a anidarse, a reproducirse en la misma mata de orquídea en nuestra casa.
 

¿Volverá a anidarse la rolita en  nuestra casa en el 2020?  ¿Es cierto que mi esposa les habla a esas bellas criaturas?

¿Es del mismo grupo de rolitas de los primeros años amigas de la familia? ¿O una de las mismas que a pesar de agarrarlas, y casi salírseles el corazón de susto, continúan visitando nuestra ventana?

Dicen que las aves (y otras especies) van a los sitios por mandato de la misma especie y la relación que guardan éstas con el tinglado perfecto de la naturaleza. Unas tienen cientos y miles de años, otras millones de años haciendo las mismas cosas, anidamientos, alimentación, enamoramientos, reproducción en diferentes latitudes; cada una de las actividades en lugares distintos: como si fueran la cocina, la sala, el dormitorio y el balcón de nuestras casas, y  nadie las hace cambiar; muchas aves llegan a desaparecer como poblaciones o, peor aún, como especies, antes de dejar de ir a los lugares donde desarrollan su vida, en otras palabras: donde tienen su ecología, es decir su casa.

Ellas vienen a buscar su lugar de alimentación, su apareamiento y anidamiento,  donde  han desarrollado toda su vida, mientras que nosotros, que nos mudamos hace dos décadas en la zona quitando  árboles para  construir edificios, decimos que ellas están llegando a nuestra casas. En realidad están llegando a la casa de todos. Ellas están en sus casas de cientos o miles de años y  nosotros en  la nuestra de hace 18 años.

Alexandra habla de ellas como si fueran de la misma familia.  Somos del mismo reino de vida, y más cercanos de lo que puede  imaginarse el sentido común…  entonces debemos construir residenciales, respetando el medio ambiente, cuidando la naturaleza, pensando que en esos entornos está la casa de todos.

3 comentarios:

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  2. Para el interesado(a) en contar aves, diríjase a los grupos de amigos y estudiosos de las aves de su país; en la red encontramos a todos los grupos. El Grupo Acción Ecológica de República Dominicana, en el marco del Festival, lleva a cabo el "conteo de aves desde tu casa", siguiendo las precauciones de "quédate en casa". Si desea colaborar como voluntario favor dirigirse a ellos en su página @grupoaccionecologica o al correo del autor de este relato. Todos podemos observar aves, no importa tu edad, puedes observar las aves que merodean tu casa desde tu patio, terraza, balcón, ventanal o tu techo, si es seguro.

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  3. Excelente,se podria usar para escribir cuentos a ñinos,amen de q lo inducen a amar la naturaleza y aprender de ellas

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